Arte, pregunta formulada por maralichimal2, hace 24 días

un ejemplo poema de Frida kahli​

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Contestado por graa7
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Contestado por medalla0629
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Cuando uno ve su obra por vez primera, no la comprende; al conocer su historia uno puede adentrarse en esas líneas, que son como gotas de sangre de un ser herido; como tragos de vino de esa mujer que se emborracha por aversión, por delirio, por celos, por aquello que le conmueve, pero sobre todo, por amor.

Un amor sufrido, un amor gris, espinoso, extenso como un valle, pero con muchos trazos obscuros… dulce, intenso, abismal.

Un sabor enervante en su escritura, tintes de tanta ternura, propia de una mujer con grandes y profundos sentimientos; un mar surge de su pluma y acaricia en brisa, con sus palabras.

Frida se autorretrata, porque refleja en ella misma un sufrimiento físico desgarrador, la hiel que atraviesa su garganta, el terrible dolor que la doblega y la Frida que se levanta, edificándose nuevamente.

Frida se autorretrata porque, es ella misma su única referencia, porque es ella su Norte, porque cae en cenizas y se reinventa una y otra vez.

Frida se autorretrata porque le hace un homenaje a su propia figura, tan trabajada, tan lacerada, tan amada, tan firme en seguir al ser querido, aun viviendo sus múltiples dolores tanto físicos, como del alma:

[…] Cuando me dijeron que habrían de amputarme la pierna no me afectó como todos creían, NO, yo ya era una mujer incompleta cuando le perdí, otra vez, por enésima vez quizás y aún así sobreviví[…]

No pretendo causarte lástima, a ti ni a nadie, tampoco quiero que te sientas culpable de nada, te escribo para decirte que te libero de mí, vamos, te “amputo” de mí, sé feliz y no me busques jamás[…]

Se despide quien le ama con vehemente locura,

Su Frida.

Explicación:

Cuando uno ve su obra por vez primera, no la comprende; al conocer su historia uno puede adentrarse en esas líneas, que son como gotas de sangre de un ser herido; como tragos de vino de esa mujer que se emborracha por aversión, por delirio, por celos, por aquello que le conmueve, pero sobre todo, por amor.

Un amor sufrido, un amor gris, espinoso, extenso como un valle, pero con muchos trazos obscuros… dulce, intenso, abismal.

Un sabor enervante en su escritura, tintes de tanta ternura, propia de una mujer con grandes y profundos sentimientos; un mar surge de su pluma y acaricia en brisa, con sus palabras.

Frida se autorretrata, porque refleja en ella misma un sufrimiento físico desgarrador, la hiel que atraviesa su garganta, el terrible dolor que la doblega y la Frida que se levanta, edificándose nuevamente.

Frida se autorretrata porque, es ella misma su única referencia, porque es ella su Norte, porque cae en cenizas y se reinventa una y otra vez.

Frida se autorretrata porque le hace un homenaje a su propia figura, tan trabajada, tan lacerada, tan amada, tan firme en seguir al ser querido, aun viviendo sus múltiples dolores tanto físicos, como del alma:

[…] Cuando me dijeron que habrían de amputarme la pierna no me afectó como todos creían, NO, yo ya era una mujer incompleta cuando le perdí, otra vez, por enésima vez quizás y aún así sobreviví[…]

No pretendo causarte lástima, a ti ni a nadie, tampoco quiero que te sientas culpable de nada, te escribo para decirte que te libero de mí, vamos, te “amputo” de mí, sé feliz y no me busques jamás[…]

Se despide quien le ama con vehemente locura,

Su Frida.

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