un ejemplo del evangelio donde se demuestre que jesus no excluía a nadie
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación: Jesús pasó la mayor parte de su vida terrestre con judíos. Pero cierto día se le acercó una mujer fenicia, una gentil, y le suplicó que le sanara a su hija. Jesús respondió así: “No fui enviado a nadie aparte de las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Sin embargo, la mujer suplicó: “¡Señor, ayúdame!”. Al oír aquello, él añadió: “No es correcto tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos”. Para los judíos, los perros eran animales inmundos. Por eso, al aludir a los gentiles como “perritos”, ¿estaba mostrando prejuicio Jesús? No, porque acababa de mencionar su comisión especial de Dios de atender a ‘las ovejas perdidas de Israel’. Además, al asemejar a los no judíos a “perritos”, no a perros salvajes, Jesús ablandó la comparación. Por supuesto, lo que dijo sometió a prueba a la mujer. Humildemente, aunque resuelta a vencer esta objeción, ella respondió con prudencia: “Sí, Señor; pero en realidad los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Impresionado por la fe de la mujer, Jesús le sanó inmediatamente a la hija. (Mateo 15:22-28.)