un discurso que reúna los elementos de dominación y competencia política.
si no saben no respondan
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Respuesta:
Weber señala tres tipos de dominación a los que corresponde una forma de legitimidad distinta y, por lo tanto, de autoridad. Los tres tipos son: a) la dominación tradicional, b) la dominación carismática, c) la dominación legal.
Una de las ideas más aceptadas en la teoría económica es que la competencia promueve la eficiencia y el máximo bienestar social posible. De igual forma, entonces, se podría esperar que la competencia política llevara al poder a los mejores candidatos quienes a su vez implementarían las mejores políticas públicas posibles para un mayor desarrollo socio económico. Sin embargo, no es claro que esto suceda pues, así como hay fallas de mercado que inhiben la competencia económica, también puede haber fallas en el mercado político que impida que lleguen los mejores gobernantes y las mejores políticas públicas.
Este tema ha sido estudiado en la literatura académica de diversas formas al menos desde la segunda mitad del siglo XX. Con un enfoque micro económico, modelos recientes como el de Acemoglu y Robinson (2006)i o el de Beasley, Persson y Sturn (2010)ii han establecido de manera más precisa la forma en que la competencia política se puede relacionar con el crecimiento económico. De manera empírica, Beasley, Persson y Stunt con datos de las entidades federativas de los Estados Unidos encontraron que mayor competencia política está asociada a mayor crecimiento económico en los estados y que el crecimiento a su vez está asociado a políticas públicas que se consideran favorecedoras de un mayor desarrollo económico. Resultados similares obtuvieron Padovano y Ricciuti (2009)iii para para las diferentes regiones de Italia.
Para el caso mexicano, y siguiendo la metodología de Beasley, Persson y Sturn, en un trabajo académico encontré que al igual que para los Estados Unidos de América e Italia, mayor competencia política implica un mayor Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) per cápita y un mayor crecimiento económico con un impacto mayor a niveles mayores de competencia (Velázquez, 2018).iv Los resultados también señalan que mayor competencia política está asociada a un mayor gasto en inversión pública.
Un elemento central de estos modelos es que el efecto de la competencia política está relacionado con elementos estructurales. Es decir, el efecto positivo no viene de una contienda cerrada entre dos candidatos sino de una estructura institucional que fomente la competencia política en cada una de las elecciones.
En este contexto, como sociedad tenemos que estar preocupados. De acuerdo al Reporte 2018 de Latino barómetro,va el apoyo a la democracia en México se situó en un 38%, 10 puntos porcentuales menos que en la anterior medición y 25 puntos menos con respecto a la medición del año 2002. Asimismo, los ciudadanos que se sienten satisfechos con los resultados de la democracia son sólo el 16%. Por otra parte, las personas que respondieron tener “algo” o “mucha confianza” al Congreso, a los partidos políticos y al tribunal electoral se situaron en 22%, 11% y 32% respectivamente. La confianza en las instituciones es importante pues influyen en la participación electoral y la legitimidad de los resultados y, por tanto, en la competencia electoral. Cabe destacar la poca confianza que tenemos los mexicanos a los partidos políticos, organizaciones clave en la democracia mexicana, dadas las altas limitaciones que tienen los candidatos independientes y que los ponen en desventaja frente a los candidatos de los partidos.
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