un cuento que tenga todos los signos de puntuacion
Respuestas a la pregunta
Los signos de puntuación se reunieron por petición de la exclamación:
– ¡ Necesitamos reunirnos para saber si realmente somos de utilidad !, dijo malhumorada y con el ceño fruncido.
Tal fue el requerimiento que les hizo a los demás signos del texto, que ninguno de ellos faltó a la cita. Una vez reunidos tomó la palabra la interrogación:
– ¿ Para qué estamos aquí?
– Seguramente sea para pensar… , dijeron los puntos suspensivos.
– ¡ Me he dado cuenta que en el texto no hacemos nada útil !, demostrando la exclamación un gran enfado.
– No lo sé, puede que sí, pero sin mí no se puede respirar, dijo orgullosa la coma.
– No te sientas tan exclusiva ; en mis pausas se respira aun mejor. Respondió el punto y coma.
– Me estáis agobiando porque ahora no recuerdo ninguna cita para poder arreglar esto, dijeron muy nerviosas las comillas.
– Pues yo no encuentro nada a colación, dijeron los paréntesis.
– ¿ Es que no vamos a seguir un orden lógico?, dijo con voz deprimida la interrogación.
– ¡ Es un verdadero desorden !,¡Insoportable!
Y cuando estaban en plena discusión sintieron el cosquilleo de una pluma, y como por arte de magia, todos se fueron ordenando, los puntos fueron usados correctamente, las comas, en sus lugares adecuados, se usaron para no ahogar al lector, y tomaron sentido todas las frases del texto. Las reflexiones, las citas y las pausas quedaron en su sitio.
Y cuando el escritor terminó todos los signos resonaron como un orquesta en que todos los instrumentos estuvieran bien afinados, porque todos ellos hacían su función. Y cuando ocurrió esto fue cuando la exclamación dijo por fin:
– ¡ Me siento útil !