Un cuento que empiece en un conflicto y termine en problema
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
“Los Hermanos”
El cuento de “Los hermanos”, escrito por los Hermanos Grimm, comienza así:
“Éranse una vez dos hermanos, uno rico y otro pobre. El rico era orfebre, y su corazón rebosaba maldad; el pobre se las arreglaba haciendo escobas y era bueno y honrado. Este último tenía dos hijos gemelos que se parecían como dos gotas de agua”.
El hermano bueno encuentra un día un pájaro de oro y, sus hijos, al comer el hígado del animal, adquieren el poder de encontrar cada mañana un trozo de oro bajo sus almohadas. El hermano malvado, devorado por la envidia, convence al padre de los gemelos de que es cosa del diablo y de que, para salvarse, tiene que separarse de los chicos. Embaucado por su hermano, el padre expulsa a sus hijos, que son hallados por un cazador, que los recoge y los adopta. Al cabo de unos años, los niños se retiran un día al bosque y deciden que deben lanzarse al mundo. El padre adoptivo está de acuerdo en que lo deben hacer y, cuando parten, les regala un cuchillo que es el objeto mágico de la historia.
Los gemelos se separan, después de clavar el cuchillo en un árbol y siguen caminos diferentes. Al final de muchas aventuras, una bruja convierte a uno de ellos en una estatua de piedra; pero el otro, al ver que el cuchillo se había oxidado, corre a liberar a su hermano y lo consigue. Después, los dos hermanos se reúnen de nuevo y viven felices para siempre.
Al yuxtaponer lo que sucede entre el hermano bueno y el malo, que era el envidioso, así como también, entre los hijos gemelos del primero, el cuento nos indicaría que, si los aspectos contradictorios de la personalidad permanecen separados, disociados, estamos abocados a la desgracia: incluso el hermano bueno fracasa en la vida. Pierde a sus hijos porque no consigue comprender las tendencias malas que hay en nuestra naturaleza –representadas por la envidia de su hermano– y, por lo tanto, es incapaz de evitar las consecuencias destructivas. En cambio, los gemelos, después de vivir separados, acuden en ayuda uno del otro, lo que simboliza la integración interna y el aspecto positivo de la agresividad, pudiendo disfrutar, a partir de entonces, de una vida feliz.
Explicación: