Un cuento inventado ssobre cualquier tema interesante mas o menos corto y largo➡ plis
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Había una vez un planeta llamado tierra donde habitaban millones de Seres llamados humanos,Ellos solo afectaban a el planeta y llegó un día que ocurrió Algo en un país llamado china.
Un chino se comió Un murciélago que tenía un virus,Así que el chino se afecto de ese virus que es como tos pero letal,Y ahora en la actualidad el virus se esparció por el mundo y todos los humanos tienen que usar cubrebocas y quedarse en casa
Fin
Los seis sabios ciegos y el elefante
“Había una vez seis ancianos ciegos de gran saber, los cuales jamás habían visto o conocido lo que era un elefante. Estos sabios, al no poder ver, usaban el tacto con el fin de poder conocer los objetos y seres del mundo. Un día, y sabiendo que su rey tenía uno de estos animales en su poder, le pidieron humildemente poder conocerlo. El soberano aceptó y los llevó ante el animal, al cual los sabios se acercaron para reconocerlo.
El primero de los sabios tocó uno de los colmillos del ser, llegando a la conclusión de que un elefante era agudo y liso como una lanza. Otro tocó su cola, pensando que el elefante era como una cuerda. Otro llegó a la trompa del elefante, indicando que era como una serpiente. El cuarto tocó la rodilla del animal, indicando que más bien era como un árbol. Un quinto consideró que los demás se equivocaban, pues tocó la oreja del paquidermo y llegó a la conclusión de que el elefante es como un abanico. El último sabio tocó el lomo, indicando que el elefante era realmente como una pared fuerte y rugosa.
Los seis sabios empezaron a discutir y pelearse por ver quien tenía razón. En ello le consultaron a otro sabio, el cual sí gozaba del don de la visión, y tras consultarle se dieron cuenta de que todos tenían parte de razón, al haber conocido solo parte de una misma realidad”.
Este cuento de origen indio nos hace ver cómo a veces las cosas no son verdaderas o falsas, sino que simplemente pueden existir perspectivas diferentes a las propias que pueden ser tan verdaderas como las que defendemos nosotros.