un cuento del gato y el raton y un robot quien me ayuda porfas
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
no lo se
Explicación:
En una calle sola común y corriente, se encontraba un ratón minúsculo y se da cuenta que estaba en peligro, pues estaba a punto de ser capturado por un maléfico gato. El ratón piensa bien las cosas y planea hacerse amigo del gato con una charla muy amena, sin saber en qué terminaría todo.
Mientras el gato corre a por el ratón
Ratón: Espera un momento amigo gato
Gato: Yo no soy tu amigo ¿Qué quieres?
Ratón: ¿Por qué quieres hacerlo, te divierte?
Gato: ¿Qué cosa, de qué estás hablando?
Ratón: ¿Por qué intentas cazarme?
Gato: ¿por qué va a hacer? Sencillo, tengo hambre.
Ratón: Bueno, pero qué es lo que más te gusta ¿mi sabor o la suavidad de mi piel?
Gato: Pues bien, de hecho no me gusta nada, peor aún es cuando siento tu co la atravesar mi garganta y ni se diga lo que pasa después de unas semanas, que una vez de haberlos comido, sigo escupiendo los pelos.
-Mira, un robot que está haciendo dedo (auto-stop) –exclamaron unos niños que iban en el asiento trasero.
-Subámoslo, antes que papá reanude la marcha –propuso uno de ellos.
De un salto Goto se encaramó en el asiento trasero. Ya se había instalado.
-¡Oye! me aplastas. Este es mi lugar –protestó Ludó.
-Shiss, Alec y Cecile hicieron callar a su hermano más pequeño. ¡El robot es nuestro secreto! –dijeron.
-Tranquilo, niños –señaló el padre, quien no se había dado cuenta de nada al retomar la autopista.
Atrás, en el asiento trasero, Ludó, Alec y Cecile cuchicheaban sin parar. Le preguntaban cientos de cosas al robot.
-¿Qué sabes hacer? -preguntó la niña.
-Todo -respondió el muñeco-. Un poco de todo, añadió.
“Eso estará por verse”, pensaron Alec y Cecile