un cuento de ladrones que tenga inicio nudo y desenlace
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El cuento de Ali Babá narra la historia de dos hermanos persas, Ali Babá y Cassim. Mientras que Cassim se casa con una mujer adinerada y termina encargándose del negocio familiar, Ali Babá se casa con una mujer pobre y termina siendo un pobre leñador.
Un día, Ali Babá está recogiendo leña en el bosque cuando ve a un grupo de cuarenta ladrones entrando en una cueva en la que tienen su tesoro mediante la frase “ábrete sésamo” y saliendo diciendo “ciérrate sésamo”. Cuando los ladrones se van, Ali Babá entra en la cueva y se lleva discretamente un saco de monedas de oro. Cuando Cassim se entera de la razón de la repentina riqueza de su hermano, acude también a la cueva. Sin embargo, la avaricia de Cassim hace que este se ponga nervioso y olvide la fórmula para salir de la cueva.
Cuando los ladrones vuelven, le encuentran y acaban con Cassim. Ali Babá vuelve a la cueva a por su hermano y se lo lleva para enterrarlo. Sin embargo, cuando los ladrones vuelven y encuentran que Cassim no está, se dan cuenta de que alguien más conoce su secreto y se disponen a encontrar a ese desconocido.
La enseñanza de esta historia gira en torno a que las malas acciones siempre tienen un retorno. Además, también se puede entrever que la astucia siempre vence sobre la pura brutalidad.
El ladrón y su madre
Una madre vivía sola con su hijo, el niño crecía y una mañana, regresando de la escuela, traía en su mochila un libro que no era suyo. La madre al ver eso, tomo el libro entre sus manos, lo miro y dijo:
-Este libro me parece muy caro e interesante, de ¿Dónde lo sacaste?-
-Mi compañero me lo presto para hacer la tarea y como tu aun no me lo has comprado, me lo traje. Ahora ya puedo hacer mi tarea, no se dio cuenta que me lo robe. -
-Bueno hijo, si el puede comprarse otro esta bien, quédate con el libro pero ya no lo lleves al colegio. - Y así lo hizo el niño.
Cuando era ya un joven, robó una bicicleta, y luego un auto, hasta que de tanto robar una mañana muy temprano la policía lo encontró durmiendo en su casa. Lo sacaron a la fuerza los policías, atando sus manos le dijeron que tenían pruebas y testigos de sus fechorías, por lo que le esperaban muchos años en la cárcel.
La infeliz madre, acostumbrada a nunca corregir las faltas que cometía su hijo, solo sentía pesar al ver lo tarde que era para evitar las consecuencias de tantos descuidos cometidos por ella misma, al no corregir a su hijo. La gente quería hacer justicia con sus propias manos y la multitud no dejaba que la policía lo llevara detenido. La madre que seguía a su hijo entre la gente fue vista por el. El le pide a la policía que le permitan hablarle un momento, y cuando se dirige para hablarle al oído, de un mordisco lleno de tanta ira, no le importo que fuera su madre y le mordió una oreja.
La madre gritando de dolor, le reclama su mala actitud y el le dice:
-Si tan solo me hubieras corregido desde la primera vez que me viste robar, en lugar de celebrar mi mal proceder, yo hubiera sido un buen hombre. Pero tu me dejaste hacer lo que yo quería, celebrabas mis asaltos, nada me decías. Por eso ahora me espera solo la muerte.
Fin.