un breve discurso de la esclavitud moderna .
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
A pesar de los grandes esfuerzos de muchos, la esclavitud moderna sigue siendo un flagelo atroz que está presente a gran escala en todo el mundo, incluso como turismo.
Este crimen de lesa humanidad se enmascara en aparentes costumbres aceptadas, pero en realidad hace sus víctimas en la prostitución, la trata de personas, el trabajo forzado, el trabajo esclavo, la mutilación, la venta de órganos, el mal uso de la droga, el trabajo de niños. Se oculta tras puertas cerradas, en domicilios particulares, en las calles, en automóviles, en fábricas, en campos, en barcos pesqueros y en muchas otras partes.
Y esto ocurre tanto en ciudades como en aldeas, en las villas de emergencia de las naciones más ricas y más pobres del mundo. Y lo peor, es que tal situación, desgraciadamente, se agrava cada día más.
La explotación física, económica, sexual y psicológica de hombres, mujeres y niños y niñas actualmente encadena a decenas de millones de personas a la deshumanización y a la humillación.
Cada una y todas las personas son iguales y se les debe reconocer la misma libertad y la misma dignidad. Cualquier relación discriminante que no respete la convicción fundamental que el otro es como uno mismo constituye un delito, y tantas veces un delito aberrante.
Respuesta:
Así califican los medios y entidades internacionales a un grupo de modalidades de esclavitud de las que son víctimas millones de seres humanos en todos los puntos cardinales del planeta en pleno siglo XXI.
Más de 45 millones de personas viven hoy en condiciones de “esclavitud moderna”, sirviendo en barcos de pesca debido a una deuda, sometidas a matrimonios forzados, detenidos contra su voluntad como empleados domésticos o atrapadas en burdeles bajo amenazas de violencia.
El Índice Global de Esclavitud 2016, que publica anualmente la organización de ayuda Walk Free Foundation en Australia, define la esclavitud como una “situación de explotación a la que una persona no puede negarse debido a amenazas, violencia, coerción, abuso de poder o engaño”.
Aunque casi todos los países la han declarado ilegal, continúa existiendo y en Asia se encuentra casi el 35% de las víctimas.
De acuerdo con un reporte de la británica BBC News, Grupos de derechos humanos afirman que miles de personas son forzadas a trabajar en barcos de pesca, donde pueden permanecer durante años sin ni siquiera poder ver la costa.
Muchas víctimas aseguran que fueron engañadas por intermediarios que les prometieron empleos en una fábrica y después los llevaron a barcos de pesca donde se les forzó a trabajar. Un birmano que escapó de sus traficantes indicó que lo forzaron a abordar un pequeño barco en mar abierto donde tenía que pescar durante 20 horas al día sin recibir un pago.
“La gente decía que a cualquiera que trataba de escapar le rompían las piernas o las manos, lo lanzaban por la borda o lo mataban”, le dijo a la BBC.
Otra modalidad es el trabajo forzado en fábricas de marihuana y salones de manicure. Las cifras sugieren que podría haber entre 10 000 y 13 000 víctimas de esclavitud en Reino Unido llegadas de varios países de Europa del Este, África y Asia, incluso niños. A muchas víctimas se les dice que se lastimará a sus familias si se escapan.