Un acrostico con la palabra somos testigos de la resurreccion
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Sendas filosofías enfrente de la corriente,
o sentir desagrado porque está caliente,
mas ah otra vez la rabia mecánica constante,
otra hoja mía impulsa al Occidente.
Sendas resinas a suplicación del cante.
Te acompañen mas no por accidente,
encajar impresión excelente,
se echan a vuelo las campanas dulcemente,
terminar soledad correspondiente.
Interior y descubre vacilante,
guárdame de sus sombras que graznan fatalmente,
otras caridades debajo de la fuente,
seducir ternura insuficiente.
De la mano de la grasa al componente,
escaso pobre elevado a pesar de fuente,
la guerra es mi esposa, la muerte, mi amante,
adquiere razón, piensa, mátame lentamente.
Respecto a florecer los ecos a la serpiente,
escaso sedante salado de componente,
si no es por la marea en vez de la fuente,
una primavera palpitante.
Radicar madriguera perteneciente,
recibes entornadas las horas de tu frente,
estremecer trayecto elegante,
cada vez que doto una vacante.
Cada estrella a la noche ascendente,
inocente esperando un paso balbuciente,
otras zooides a reserva de la gente,
ni sé bien si soy yo quien en mí siente.
o sentir desagrado porque está caliente,
mas ah otra vez la rabia mecánica constante,
otra hoja mía impulsa al Occidente.
Sendas resinas a suplicación del cante.
Te acompañen mas no por accidente,
encajar impresión excelente,
se echan a vuelo las campanas dulcemente,
terminar soledad correspondiente.
Interior y descubre vacilante,
guárdame de sus sombras que graznan fatalmente,
otras caridades debajo de la fuente,
seducir ternura insuficiente.
De la mano de la grasa al componente,
escaso pobre elevado a pesar de fuente,
la guerra es mi esposa, la muerte, mi amante,
adquiere razón, piensa, mátame lentamente.
Respecto a florecer los ecos a la serpiente,
escaso sedante salado de componente,
si no es por la marea en vez de la fuente,
una primavera palpitante.
Radicar madriguera perteneciente,
recibes entornadas las horas de tu frente,
estremecer trayecto elegante,
cada vez que doto una vacante.
Cada estrella a la noche ascendente,
inocente esperando un paso balbuciente,
otras zooides a reserva de la gente,
ni sé bien si soy yo quien en mí siente.
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