Tus argurmentos, justificando tus tesis
Respuestas a la pregunta
Tus argurmentos, justificando tus tesis
Respuesta:
Acá está lo que saque, algunas cosas eran difíciles de entender y estaba borrosa más o menos la imagen:
Explicación:
El argumento es el eje central de la idea que se intenta exponer. Su construcción ha de ser muy fuerte y aparentemente irrefutable, ya que, si la argumentación es débil, se podrá contrarrestar fácilmente y provocará que el resto de la tesis, aunque pueda tener elementos y partes válidas, quede anulada totalmente.
La argumentación ha de ser también lógica, aunque la idea parezca ser contradictoria, como ocurre con las paradojas, el argumento que hay detrás sí que debe ser lógico y eliminar las contradicciones.
Otro elemento que ha de tener esta argumentación es la persuasión, con la que buscamos convencer a la persona con la que conversamos, o a los espectadores que nos observan.
Esta argumentación tendrá más fuerza, además, si hay un buen dominio de la retórica. Por ejemplo, si el argumento está bien construido y es sólido, pero no nos sabemos expresar bien, nos trabamos, nos quedamos muy pensativos, o tenemos faltas ortográficas, si lo plasmamos en un texto, el argumento perderá fuerza y puede no ser tomado con la seriedad que nosotros esperábamos.
Características de un argumento
En base a su definición y elementos, un argumento posee las siguientes características:
El argumento defiende una tesis o idea.
Se divide internamente en premisas y conclusiones.
Ha de ser lógico y coherente para evitar contraargumentaciones.
El buen uso de la retórica reforzará tanto el contenido y coherencia del argumento como su capacidad persuasiva.
Ha de ser persuasivo, se busca convencer al receptor del mensaje que emitimos.
Estructura de un argumento
La argumentación se divide, principalmente, en dos partes: premisas y conclusión.
Premisas: Son el conjunto de ideas que adoptamos como verdaderas, sirviendo como base para el desarrollo de la argumentación. Es un elemento esencial, ya que si las premisas son erróneas o falsas, el argumento construido sobre ellas también lo será. Por ejemplo, en la investigación sobre un asesinato, necesitamos saber con seguridad ciertas cosas para construir el caso y nuestra argumentación, como el arma del crimen. Si en nuestra investigación tomamos como arma un cuchillo, pero realmente fue un arma de fuego, con seguridad el resto de la investigación será errónea, puesto que partimos de una premisa errónea.
Conclusión: Es la tesis derivada del proceso argumentativo. También es un elemento indispensable. Pues, tras elaborar la relación entre las distintas premisas, la conclusión es la idea derivada de las mismas. La conexión entre premisa y conclusión ha de ser fuerte, lógica e indestructible. Puesto que de ello se deriva la veracidad y la persuasión de nuestro argumento.
Tipos de argumento
Hay muchos tipos de argumentos, todos ellos emanan las características señaladas y la estructura establecida anteriormente:
Por autoridad: Es aquel que se realiza por una persona de reconocido prestigio en el ámbito en el que se argumenta.
Por analogía: Es aquel que se lleva a cabo a través de extrapolar otros casos similares al nuestro.
Argumento inductivo: Se caracteriza por generar argumentos a través de las pautas observadas en casos particulares.
Por ejemplificación: Es el que se desarrolla poniendo como ejemplo experiencias personales o que han vivido personas cercanas.
Argumento deductivo: El argumento deriva de las premisas, es decir, la particularidad se deduce de una o varias generalizaciones.
Argumento causal: Se basa en una relación causa-efecto.
Por generalización: Se generaliza el patrón observado en unidades más pequeñas.
¿Cómo construir un argumento?
Construir un argumento requiere de varios pasos previos.
Como hemos visto en el apartado anterior, hay numerosos tipos de argumentos, estos pueden ser denominados como las técnicas que se pueden utilizar para realizarlos. Con lo cual, para establecer un argumento válido se puede utilizar cualquiera de ellas. Tenemos que lograr que haya una relación lógica y consistente entre premisas y conclusiones.
Generalmente, podemos establecer los siguientes pasos:
Identificar un tema: Lo primero es tener un tema sobre el que argumentar. Normalmente aparece en discusiones cotidianas o se conoce si se trata de un debate pactado, como ocurre en las tertulias televisivas.
Encontrar la idea o tesis que vamos a defender: Dentro de ese tema, hay que identificar la posición por la que nos vamos a decantar.
Preparar las premisas: Una vez sabemos qué vamos a defender hay que identificar las premisas que harán de base en la construcción del argumento.
Establecer las conclusiones: Viendo las premisas adoptadas y las relaciones entre ellas, adoptamos una serie de conclusiones. Este paso es clave, ya que esta relación es la que determinará la fuerza, la lógica y la consistencia del argumento.
Lo más corto que pude , también investigué espero que te ayude :)