tres Estrategias que se pueden implementar contra el cambio climático en sectores claves como la agricultura, ganadería y la pesca:
Respuestas a la pregunta
1) Inclusión de consideraciones de cambio climático para informar mejor y priorizar políticas, estrategias, acciones e inversiones a nivel nacional y local. Esto incluye el uso de modelos climáticos para políticas e inversiones públicas, así como la disponibilidad y difusión de información que podría ayudar a los productores en la toma de decisiones sobre cuestiones de producción y comercialización.
2) Promoción y apoyo a la investigación, desarrollo, adaptación y adopción de variedades mejoradas o menos susceptibles. Por ejemplo, aquellas variedades con tolerancia a la sequía, altas temperaturas, ciertas plagas y enfermedades. Esto es crucial para cultivos clave para la seguridad alimentaria (por ejemplo, maíz y frijoles), así como para aquellos lucrativos cultivos para la exportación (es decir, café y soja). La identificación, conservación y uso de variedades antiguas también ha demostrado ser importante.
3) Incrementar la gestión y el uso sostenibles del agua. En ALC, el sector agrícola es el principal usuario de agua y consume alrededor del 70% del agua dulce disponible. No obstante, la disponibilidad de agua está disminuyendo debido a la explotación insostenible de las cuencas hidrográficas y los impactos del cambio climático. Las medidas de gestión y uso sostenible del agua son, por tanto, una medida de adaptación fundamental. Estas actividades incluyen riego sostenible y reservorios de agua, manejo de cuencas hidrográficas y consideraciones del nexo entre alimentos, energía y agua para la toma de decisiones.
4) Recuperación de tierras degradadas e intensificación sostenible para evitar una mayor deforestación. El uso de la tierra y el cambio de uso de la tierra emergen como características críticas de prácticamente todas las vías de mitigación que buscan limitar el calentamiento global a 1,5°C. En ALC, la agricultura y el cambio de uso de la tierra y la silvicultura representaron más del 42% de las emisiones en 2016. Dadas las crecientes tasas de deforestación en algunas partes de la región debido a la expansión de los sectores de la agricultura y la tala, la contribución a las emisiones podría ser incluso mayor en 2021. Sin embargo, la capacidad productiva del sector agrícola depende de la conservación de los ecosistemas.
5) Implementación de tecnologías y prácticas que contribuyan simultáneamente a incrementar la productividad al tiempo que reducen la vulnerabilidad y / o las emisiones. Existen numerosas tecnologías y prácticas climáticamente inteligentes (CSA por sus siglas en inglés) probadas que aumentan la productividad al tiempo que reducen la vulnerabilidad y / o las emisiones climáticas. Por ejemplo, aquellas a menudo llamadas tecnologías / prácticas agrícolas climáticamente inteligentes, tales como sistemas agroforestales, variedades mejoradas, riego, rotación de cultivos, manejo integrado de plagas, etc. Existe un amplio espectro de opciones de CSA, por lo que es clave comprender la efectividad de las diferentes opciones, probar y seleccionar las más eficaces en previsión de futuros impactos climáticos