tres desastres naturales que ha experimentado la sociedad salvadoreña y como consecuencia de la deforestación y la erosión
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SAN SALVADOR, 31 de mayo de 2020 - Fuertes lluvias, inundaciones y deslizamientos ha dejado a su paso por El Salvador la tormenta tropical Amanda provocando la muerte de al menos 14 personas, entre ellas 1 niño y poniendo en riesgo a miles de familias en todo el territorio. Las autoridades han realizado una evaluación de daños preliminar y estiman que tan sólo en San Salvador 900 viviendas se han visto afectadas.
Durante 24 horas se calcula que llovió el 10 por ciento de lo que suele llover en un año en el territorio nacional. Estas precipitaciones acumuladas han generado más de 30 deslizamientos, más de 20 inundaciones mayores en diferentes departamentos del país y ríos desbordados causando el colapso de viviendas y provocando daños materiales. También se ha afectado la conectividad vial y se han interrumpido los servicios de agua, energía eléctrica y telefonía.
“En el contexto de COVID-19, la tormenta tropical Amanda ha agudizado las necesidades y vulnerabilidades de niñas, niños y adolescentes que se han quedado sin hogares, sin sus pertenecías, incluidos materiales escolares y han tenido que trasladarse a albergues para resguardarse”, señala la Representante de UNICEF, Yvette Blanco.
Hasta la fecha, más de 80 albergues se han habilitado para brindar refugio a cientos de familias que han tenido que ser evacuadas de sus hogares. Las necesidades más urgentes para niñas, niños y adolescentes afectados son agua limpia, suministros de higiene y protección personal para evitar la propagación de COVID- 19 entre otras enfermedades, alimentos, ropa, frazadas y espacios seguros para su protección.