¿todos los seres humanos tenemos un territorio?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
si claro
Explicación:
Según Altman (1975), pueden establecerse las siguientes diferencias entre la manifestación de la territorialidad en animales y en seres humanos:
· Los animales disponen de un número más limitado de roles mientras que la complejidad del agrupamiento territorial de los humanos implica un mayor número de roles sociales.
· Los límites del territorio (señalización) con frecuencia son marcados por los animales con indicadores físicos (orina, secreciones) mientras que los seres humanos utilizan señales altamente simbólicas.
· Aludiendo a la naturaleza reactiva de la territorialidad en los animales, Altman señala que su respuesta es más predictible ante una invasión, mientras que la conducta territorial humana es menos rígida y menos predecible.
· Finalmente, en la territorialidad en animales la agresión ocurre con frecuencia entre individuos e incluye una ocupación del territorio. En los seres humanos, en cambio, la agresión es con frecuencia entre grupos e incluye tanto espacio físico como ideologías.
· Se trata en definitiva del componente simbólico, que permite, ante hechos similares, definirlos en ocasiones como "agresión" y en otras como "patriotismo". En esta línea, Veitch y Arkkelin (1995) mencionan como ejemplo la "invasión" de la antigua Unión Soviética en Afganistán y el acto "patriótico" de los Estados Unidos en Irak. El aspecto simbólico de la territorialidad ha sido estudiado también en relación con la identidad (Schnell, 1993) y con el racismo (Ruback y Snow, 1993).
En definitiva, la conducta territorial en los humanos conlleva un repertorio más rico, variable y complejo que las respuestas territoriales animales. Además, la territorialidad humana se halla influida por factores personales (edad, género, rasgos de personalidad); situacionales -tanto del entorno físico como social- y culturales.