Todo lo que nos rodea está “hecho” de materia y nosotros mismos somos materia. Esto es algo que seguramente sabes.
Pero, ¿cómo se presenta la materia ante nuestros ojos? La cocina es un buen lugar para observarla y experimentar con
ella. Por ejemplo, consideremos la “materia agua”. La congelamos en la cubetera para “hacer” hielo, cocinamos las
verduras “al vapor”; colocamos hielo en el jugo para que, al derretirse lo enfríe. Es decir que podemos encontrarla en 3
estados físicos, también denominados estados de agregación: el sólido (hielo), el líquido (agua líquida) y el gaseoso (vapor
de agua), cada uno con sus características propias. Fijate además que al manipular la “materia agua”, esta cambia de
aspecto o de estado de agregación.
Pero también en la cocina hay otras clases de materia que se presenta, en condiciones naturales, en un solo estado de
agregación. Por ejemplo, de la alacena podemos tomar un sólido, la sal gruesa. Más precisamente, un granito de sal gruesa.
Y podemos analizar sus propiedades una por una:
• Cada granito tiene forma propia.
• Posee un volumen definido, es decir, una cierta cantidad de “materia sal” ocupa un espacio determinado.
• No se comprime aunque le apliquemos una fuerte presión.
• No se “desparrama” (o sea que no pierde su forma), por lo tanto, no es un fluido.
• Tiene densidad bastante alta, es decir, mucha cantidad de materia por unidad de volumen.
Ahora veamos las propiedades de un líquido, por ejemplo, el aceite:
• No tiene forma propia, sino que adquiere la forma del recipiente que lo contiene.
• Al igual que un sólido, tiene volumen definido.
• Prácticamente no se comprime.
• Se derrama, es decir, es un fluido. Los líquidos tienen la propiedad de fluir a distintas velocidades. Decimos, por
ejemplo, que el aceite es más viscoso que el agua porque fluye en forma más lenta.
• En general, tiene menor densidad que un sólido.
Por ejemplo, si abriéramos por unos segundos la llave de la hornalla de la cocina, se “desparramaría” gas (que podemos
percibir con el olfato) y “llenaría” todo el espacio disponible. En consecuencia, podemos decir que un gas:
• No tiene forma propia sino que adopta la forma del recipiente que lo contiene.
• No tiene volumen definido.
• Se puede comprimir por aumento de la presión o disminución de la temperatura disminuye su volumen con
facilidad.
• Se puede expandir por disminución de la presión o aumento de la temperatura aumenta su volumen con facilidad.
• Se derrama, es decir, es un fluido.
• Tiene muy baja densidad respecto de los líquidos y los sólidos
1-escribir las ideas principales
me ayudan xfaa
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