Tipo de pensamiento donde se impulsa el control de las emociones e imaginacion
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante. Psicológicamente, las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria.1 Los sentimientos son el resultado de las emociones, son más duraderos en el tiempo y pueden ser verbalizados (palabras). Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del SNA y la del sistema endocrino, pudiendo tener como fin el establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo.2Los diversos estados emocionales son causados por la liberación de neurotransmisores (o neuromediadores) u hormonas, que luego convierten estas emociones en sentimientos y finalmente en el lenguaje. Conductualmente, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros. Las emociones actúan también como depósito de influencias innatas y aprendidas. Poseen ciertas características invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas (Levenson, 1994).3
Explicación:
Respuesta:
Neoclásico
Explicación:
estallado por la filosofía racionalista de Descartes y Pascal, se impulsa el control de las emociones y la imaginación, así como un espíritu didáctico en el arte cuya composición debe ser normalizada por reglas estrictas. Este movimiento tiene su auge en el siglo XVIII. Surge la literatura con un toque moralizante, existe un predominio del teatro y el ensayo, la poseía lírica es sustituida por las fábulas, los autores más representativos fueron Tomás de Iriarte y Félix María Samaniego con sus fábulas literarias y Juan de la Fontaine con los lobos y las ovejas.