TEXTO LA MUJER VAMPIRA
3. ¿Qué ocurre el día y los minutos antes de que se cumpla la maldición de Sarah Ellen?
A) Las mujeres embarazadas deben cuidarse de no perder a sus hijos.
B) La gente acude al cementerio como si fuera a un gran evento.
C) Las personas realizan una cadena de oración junto a la tumba.
D) La policía cuidaba la tumba por temor a la maldición de la mujer.
Respuestas a la pregunta
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Respuesta:
pero pasa el texto
Explicación:
señalado, que todas las mujeres embarazadas se fueran a otra
parte, por miedo a que Sarah Ellen resucitara y murieran de miedo,
en los vientres, los hijos por nacer.
trescientas personas de todas las edades, con excepción de las
embarazadas y los niños pequeños, se las habían ingeniado para
llegar junto al nicho donde estaba enterrada la mujer vampiro.
Unas horas antes de la medianoche, cerca de una decena de
luces y equipos de televisión de Villa María, Córdoba y Buenos
Aires alumbraron la lápida, custodiada por cuatro policías. Y
de David ni mensajes de amor ni floreritos, como tienen las lápidas,
sino apenas dos fechas que marcaban el comienzo y el final de la
vida de Sarah Ellen y una foto pequeña en la que la inglesa reía,
con largos colmillos dibujados, bajo su cascadita de rulos
noche, algunas personas hacían ritos para que la maldición no se
cumpliera y otras parecían esperar ansiosas que se cumpliera.
Así, hubo quienes caían de rodillas junto al nicho.
Y quienes arrojaban, sobre los mausoleos cercanos, pétalos
empapados en agua bendita.
Y quienes llevaban en los brazos una muñeca rubia que
representaba a Sarah Ellen.
De pronto se escuchó un ruido extraño que venía de alguna
parte: de atrás de un carrito donde un hombre vendía praliné. O
de un puesto de choripanes, instalado a la entrada del cementerio.
O del sitio donde una mujer gorda ofrecía muñecas con estacas
clavadas a la altura del corazón y colgantes con colmillos.
Contestado por
1
Respuesta:
donde esta el Texto? para entender
maldición de Sarah Ellen y ya no vivían en este mundo ni el marido
ni los hijos, la gente se apretujó en el cementerio de Tío Pujio
para ver a la mujer vampiro sentarse en la tumba, y se produjo tal
descalabro que fue necesario un cordón policial para que los vivos
no alteraran la paz de los muertos.
señalado, que todas las mujeres embarazadas se fueran a otra
parte, por miedo a que Sarah Ellen resucitara y murieran de miedo,
en los vientres, los hijos por nacer.
trescientas personas de todas las edades, con excepción de las
embarazadas y los niños pequeños, se las habían ingeniado para
llegar junto al nicho donde estaba enterrada la mujer vampiro.
Unas horas antes de la medianoche, cerca de una decena de
luces y equipos de televisión de Villa María, Córdoba y Buenos
Aires alumbraron la lápida, custodiada por cuatro policías. Y
de David ni mensajes de amor ni floreritos, como tienen las lápidas,
sino apenas dos fechas que marcaban el comienzo y el final de la
vida de Sarah Ellen y una foto pequeña en la que la inglesa reía,
con largos colmillos dibujados, bajo su cascadita de rulos.
noche, algunas personas hacían ritos para que la maldición no se
cumpliera y otras parecían esperar ansiosas que se cumpliera.
Así, hubo quienes caían de rodillas junto al nicho.
Y quienes arrojaban, sobre los mausoleos cercanos, pétalos
empapados en agua bendita.
Y quienes llevaban en los brazos una muñeca rubia que
representaba a Sarah Ellen.
De pronto se escuchó un ruido extraño que venía de alguna
parte: de atrás de un carrito donde un hombre vendía praliné. O
de un puesto de choripanes, instalado a la entrada del cementerio.
O del sitio donde una mujer gorda ofrecía muñecas con estacas
clavadas a la altura del corazón y colgantes con colmillos.
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maldición de Sarah Ellen y ya no vivían en este mundo ni el marido
ni los hijos, la gente se apretujó en el cementerio de Tío Pujio
para ver a la mujer vampiro sentarse en la tumba, y se produjo tal
descalabro que fue necesario un cordón policial para que los vivos
no alteraran la paz de los muertos.