Texto de tres párrafos sobre los cambios y las permanencias en el cuidado de los animales en el Perú antiguo y la actualidad
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
no lo se tu dime :v
Explicación: no lo se rick parece falso
Respuesta:
Explicación:
En la época incaica (siglos XV-XVI), los Andes se encontraban poblados por grandes
manadas de camélidos sudamericanos, que eran cuidados por los incas. La caza se hacía
por orden directa del inca; de esa forma, se evitaban abusos y exterminios de animales,
como las vicuñas, los guanacos, las tarucas, entre otros, y se preservaban estas especies.
Durante el incanato, se daba un especial valor a la vicuña por su fino pelaje. El Inca
Garcilaso de la Vega, en sus Comentarios reales (1609), narra que cada tres a cuatro años
se realizaba el chaku, que consistía en rodear entre muchas personas a las vicuñas para
atraparlas vivas y esquilarlas, con el fin de aprovechar su valiosa fibra, que era destinada
a las vestiduras del inca y la nobleza.
La práctica del chaku permitía respetar el ciclo de vida de las vicuñas porque, luego
de esquilarlas, eran devueltas a su medio. Era la forma en la cual nuestros ancestros
aprovechaban a las vicuñas y también las conservaban bajo la siguiente premisa: “A las
que viven en libertad se las captura, se las esquila y se las vuelve a liberar”. Esta práctica
se realizaba luego de que el inca diera una ofrenda al dios Sol. Una vez capturadas,
se procedía a la esquila de las vicuñas jóvenes que luego eran liberadas; asimismo, se
sacrificaba a los animales más viejos, cuya carne era repartida entre las personas para su
consumo.
La época de excelente manejo de los camélidos, entre ellos, las vicuñas, fue durante
el imperio de los incas. Los encargados de esta especie silvestre tenían que evaluar la
población y cada cierto número de años realizaban los chakus o grandes arreos con
captura, esquila y liberación de vicuñas. Al llegar los españoles, comenzaron a dar
demasiada licencia a esta práctica, realizándola en cualquier momento, sin evaluación
previa y solo por un impuesto a cambio, lo cual ocasionó una fuerte baja en el número de
camélidos.