texto de opinión sobre la crisis política en nuestro país.
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Respuesta:
De qué país eres para realizarlo.
Respuesta: en medio de uno de los peores brotes del nuevo coronavirus de América Latina, el Congreso peruano le negó la confianza al gabinete del primer ministro Pedro Cateriano. El gabinete había asumido su gestión apenas 19 días antes.
La jornada no trajo demasiadas noticias tranquilizadoras: Perú superó el mismo martes los 20.000 muertos por COVID-19. El país andino de 33 millones de habitantes es tercero en América Latina en positivos y decesos por el virus, detrás de Brasil y México. Pero quizás la tragedia sea aún mayor, pues la prensa local estima que, si se incluyeran los casos sospechosos, los decesos bordearían los 50.000.
El presidente peruano, Martín Vizcarra, aceptó en un pronunciamiento los hechos consumados y anunció que conformará un nuevo gabinete en el plazo que ordena la ley.
Las expertas consultadas coinciden en que en la raíz de este problema se encuentra un enfrentamiento entre el Legislativo y el Ejecutivo que el país arrastra desde hace años. "Las tensas relaciones entre ambos poderes se remontan al menos hasta las elecciones de 2016, en las que tuvimos un presidente electo, Pedro Pablo Kuczynski, con un margen muy pequeño con el segundo puesto, Keiko Fujimori”, sostiene en entrevista con DW Denisse Rodríguez-Olivari, investigadora en la Universidad Humboldt de Berlín.
En esos años la oposición fujimorista intentó llevar a cabo un proceso de juicio político contra Kuczynski, quien acabó renunciando tras una crisis política por la aparición de vídeos y grabaciones que implicaban a aliados suyos en la supuesta compra de votos de congresistas opositores a cambio de obras públicas.
Su vicepresidente, Vizcarra, asumió la presidencia prometiendo luchar contra la corrupción y acabar con la política de inestabilidad y confrontación. "Simplemente se ha arrastrado esa dinámica en la que hay un presidente que tiene que resistir los embates del poder legislativos al no tener un partido”, dice Rodríguez-Olivari. Y la cosa no ha acabado aquí: "Podemos esperar este y algunos otros impasses más en lo que queda hasta las siguientes elecciones previstas para abril”. El nuevo gabinete también necesitará el aval del Congreso.