Castellano, pregunta formulada por wilmertimana727, hace 22 horas

texto de los hobbits ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por relianafernanda
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Respuesta:

El hobbit (título original en inglés: The Hobbit, or There and Back Again, usualmente abreviado como The Hobbit) es una novela fantástica del filólogo y escritor británico J. R. R. Tolkien.

Explicación:

Esta es una historia de hace mucho tiempo. En esa época los lenguajes eran bastante

distintos de los de hoy... Las runas eran letras que en un principio se escribían mediante

cortes o incisiones en madera, piedra, o metal. En los días de este relato los Enanos las

utilizaban con regularidad, especialmente en registros privados o secretos. Si las runas

del Mapa de Thror son comparadas con las transcripciones en letras modernas, no será

difícil reconstruir el alfabeto (adaptado al inglés actual), y será posible leer el título rúnico

de esta página. Desde un margen del mapa una mano apunta a la puerta secreta, y

debajo está escrito:

Las dos ultimas runas son las iniciales de Thror y Thrain. Las runas lunares leídas por

Elrond eran:

En el Mapa los puntos cardinales están señalados con runas, con el Este arriba, como

es común en los mapas de enanos y han de leerse en el sentido de las manecillas de

reloj: Este, Sur, Oeste, Norte.

UNA TERTULIA INESPERADA

En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante,

con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso,

sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.

Tenía una puerta redonda, perfecta como un ojo de buey, pintada de verde, con una

manilla de bronce dorada y brillante, justo en el medio. La puerta se abría a un vestíbulo

cilíndrico, como un túnel: un túnel muy cómodo, sin humos, con paredes revestidas de

madera y suelos enlosados y alfombrados, provisto de sillas barnizadas, y montones y

montones de perchas para sombreros y abrigos; el hobbit era aficionado a las visitas. El

túnel se extendía serpeando, y penetraba bastante, pero no directamente, en la ladera

de la colina —La Colina, como la llamaba toda la gente de muchas millas alrededor—, y

muchas puertecitas redondas se abrían en él, primero a un lado y luego al otro. Nada de

subir escaleras para el hobbit: dormitorios, cuartos de baño, bodegas, despensas

(muchas), armarios (habitaciones enteras dedicadas a ropa), cocinas. Comedores, se

encontraban en la misma planta, y en verdad en el mismo pasillo. Las mejores

habitaciones estaban todas a la izquierda de la puerta principal, pues eran las únicas

que tenían ventanas, ventanas redondas, profundamente excavadas, que miraban al

jardín y los prados de más allá, camino del río. Este hobbit era un hobbit acomodado, y

se apellidaba Bolsón. Los Bolsón habían vivido en las cercanías de La Colina desde

hacía muchísimo tiempo, y la gente los consideraba muy respetables, no sólo porque

casi todos eran ricos, sino también porque nunca tenían ninguna aventura ni hacían algo

inesperado: uno podía saber lo que diría un Bolsón acerca de cualquier asunto sin

necesidad de preguntárselo. Esta es la historia de cómo un Bolsón tuvo una aventura, y

se encontró a sí mismo haciendo y diciendo cosas por completo inesperadas. Podría

haber perdido el respeto de los vecinos, pero ganó... Bueno, ya veréis si al final ganó

algo.

Adjuntos:

wilmertimana727: gracuas
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