texto argumentativo sobre la participación responsable, informada y democrática
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VOTO INFORMADO, REFLEXIVO Y RESPONSABLE
El sufragio es la máxima expresión de la democracia. Ha sido la conquista más destacada de la humanidad en su proceso de ampliar a cada vez mayores capas poblacionales lo que antes era patrimonio exclusivo de pequeños grupos. El fortalecimiento de la democracia incluye garantizar elecciones libres, transparentes y seguras, esfuerzo en el que están empeñados el Gobierno y los organismos electorales, pero, al mismo tiempo, depende de la participación activa y del compromiso de la ciudadanía con una decisión reflexiva, informada y responsable.
John Lewis dice: “El voto es preciado. Es la herramienta sin violencia más poderosa que tenemos en una sociedad democrática y debemos usarla”, es por ello que en esta argumentación hablaré sobre la importancia de un voto informado, reflexivo y responsable.
Los ciudadanos debemos asumir con responsabilidad la tarea de elegir a nuestros representantes, a fin de que cumplan sus propuestas y mejore el desarrollo del Perú en el breve tiempo que durará su mandato con la tarea de legislar los temas urgentes que el país necesita para superar los graves problemas que aún se están afrontando.
Elegir buenos representes, preparados, conocedores de la realidad nacional o sectorial, ajenos a todo interés personal o de grupo, es una tarea que nos compete a nosotros, los electores, y a nadie más. No podemos seguir quejándonos o echando a otros la culpa de nuestras decisiones. En esa medida, es imprescindible que nos informemos respecto de los candidatos, no solo de su hoja de vida o experiencia, sino también de sus propuestas, porque de ello depende el rumbo que nuestro país seguirá.
La corrupción, por naturaleza, necesita de la falta de transparencia para actuar en una sociedad democrática. Mientras menos informado se encuentre el votante sobre los candidatos, mayor será la posibilidad de elegir a un aspirante deshonesto.
En conclusión, debemos ser conscientes de nuestro deber, de nuestra responsabilidad como electores y no culpar a otros de nuestras decisiones, de nuestro voto y, sobre todo, debemos aprender a respetar los resultados, así no nos gusten, así no ganen el candidato por el cual no hemos votado.
La democracia supone convivencia, diálogo, respeto por las diferencias. Si optamos por descalificar a los candidatos que otros eligieron, estaríamos caminando por la peligrosa vía de la intolerancia. Aprendamos a vivir en democracia, a respetar la voluntad mayoritaria y, sobre todo, a asumir un compromiso con el país a través de una elección seria, responsable y meditada; es nuestra responsabilidad.
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