Tenemos un trozo de molécula de ARN mensajero en esta secuencia –AGC-CCA-UGC-CCC. Debes averiguar la cadena de aminoácidos que codifica.
a.- pro-cys-glu-pro
b.-ser-glu-ala-pro
c.-pro-glu-ala-pro
d.- ser-pro-cys-pro
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
yo se la respuesta es la d -ser-pro-cys-pro
Explicación:
AGC codifica para serina
CCA codifica para protina
UGC codifica para cisteina
CCC codifica para prolina
Espero haberte ayudado
Respuesta:El viejo y el mar (Hemingway) – ResumenEl escritor norteamericano, polémico siempre en su vida aventurera, muy vinculado a España y Premio Nobel de Literatura en 1954, dejó estapequeña obra maestra de concisión, de intimidad y de fuerza narrativa, espejo de la lucha por la superación humana y de la inutilidad en su enfrentamiento con la naturaleza.“Érase una vez un viejo solo en su barca...” que pescaba en medio del Gulf Stream, frente a La Habana, aunque llevaba ya ochenta y cuatro días sin capturar pez alguno. Su nombre era Santiago. Hasta no hace mucho le acompañaba en las faenas un muchacho del lugar, Manuel, cariñoso, educado y siempre atento con el viejo –entre ambos la relación es casi la de padre e hijo–. El chico no le podrá asistir en la siguiente salida, pues se encuentra comprometido con otra embarcación que suele correr bastante mejor suerte que la de Santiago. Los dos se reúnen frecuentemente a tomar algo en “La Terraza” y charlan sobre los equipos favoritos de béisbol de los norteamericanos y,muy especialmente, sobre Di Maggio.Describe luego el narrador la humilde y marinera casa de Santiago: con apenas unos pocos pertrechos para la pesca, una botella de agua, escasa comida. Y como recuerdo de su esposa,una imagen de la cubana Virgen del Cobre.El chico se despide del “abuelo” para que pueda descansar y soñar con los leones que en otros tiempos de mar, aquellos de su juventud, podía contemplar desde los barcos en las costas africanas.Llegada una nEl viejo y el mar (Hemingway) – ResumenEl escritor norteamericano, polémico siempre en su vida aventurera, muy vinculado a España y Premio Nobel de Literatura en 1954, dejó estapequeña obra maestra de concisión, de intimidad y de fuerza narrativa, espejo de la lucha por la superación humana y de la inutilidad en su enfrentamiento con la naturaleza.“Érase una vez un viejo solo en su barca...” que pescaba en medio del Gulf Stream, frente a La Habana, aunque llevaba ya ochenta y cuatro días sin capturar pez alguno. Su nombre era Santiago. Hasta no hace mucho le acompañaba en las faenas un muchacho del lugar, Manuel, cariñoso, educado y siempre atento con el viejo –entre ambos la relación es casi la de padre e hijo–. El chico no le podrá asistir en la siguiente salida, pues se encuentra comprometido con otra embarcación que suele correr bastante mejor suerte que la de Santiago. Los dos se reúnen frecuentemente a tomar algo en “La Terraza” y charlan sobre los equipos favoritos de béisbol de los norteamericanos y,muy especialmente, sobre Di Maggio.Describe luego el narrador la humilde y marinera casa de Santiago: con apenas unos pocos pertrechos para la pesca, una botella de agua, escasa comida. Y como recuerdo de su esposa,una imagen de la cubana Virgen del Cobre.El chico se despide del “abuelo” para que pueda descansar y soñar con los leones que en otros tiempos de mar, aquellos de su juventud, podía contemplar desde los barcos en las costas africanas.Llegada una nueva mañana, Santiago dispone lo necesario paraotra jornada de pesca, con1ando en la fortuna que últimamentele ha sido esquiva. Al amanecer, se aleja lentamente por la mar,con rumbo cierto, sin prisas. Conforme se va distanciando, echasedales y anzuelos con la carnaza necesaria para diferentes clases de peces. En el entorno hay poca compañía —el ruido delcielo, el mecer de las olas, sus propias palabras que 4uyen sencillas, rutinarias, cargadas de respetuoso silencio-, y mucha soledad. Lejos de la costa observa un ave marina, un águila, y peces voladores, y unos “dorados” de color verduzco; también
ueva mañana, Santiago dispone lo necesario paraotra jornada de pesca, con1ando en la fortuna que últimamentele ha sido esquiva. Al amanecer, se aleja lentamente por la mar,con rumbo cierto, sin prisas. Conforme se va distanciando, echasedales y anzuelos con la carnaza necesaria para diferentes clases de peces. En el entorno hay poca compañía —el ruido delcielo, el mecer de las olas, sus propias palabras que 4uyen sencillas, rutinarias, cargadas de respetuoso silencio-, y mucha soledad. Lejos de la costa observa un ave marina, un águila, y peces voladores, y unos “dorados” de color verduzco; también
Explicación: