TEMA XIX. LEE EL SIGUIENTE TEXTO Y RESPONDE
Cuánto se divertían
Margie lo anotó esa noche en el diario. En la página 17 de mayo de 2157 escribió: "¡Hoy Tommy ha encontrado un libro de verdad!"
Era un libro muy viejo. El abuelo de Margie contó una vez que, cuando era pequeño, su abuelo le había contado que hubo una época en que los cuentos siempre estaban impresos en papel.
—Caray —dijo Tommy—, qué desperdicio. Supongo que cuando terminas el libro lo tiras. Nuestra pantalla de televisión habrá mostrado un millón de libros y sirve para muchos más. Yo nunca la tiraría.
—Lo mismo digo —contestó Margie. Tenía once años y no había visto tantos telelibros como Tommy. La tenía trece—. ¿Dónde lo encontraste?
—En mi casa —Tommy señaló sin mirar, porque estaba ocupado leyendo—. En el ático. — ¿De qué se trata?
—De la escuela.
— ¿De la escuela? ¿Qué se puede escribir sobre la escuela? Odio la escuela. [...] —No es una escuela como la nuestra, tontuela. Es una escuela como la de hace cientos de años — y añadió altivo, pronunciando la palabra muy lentamente—: Siglos.
—Bueno, yo no sé qué tipo de escuela tenían hace tanto tiempo —leyó el libro por encima del hombro de Tommy y añadió—: De cualquier modo, tenían maestro.
P
—Claro que tenían maestro, pero era un maestro normal. Era un hombre.
A
G
—Un hombre no es lo bastante listo.
E
—Claro que sí. Mi padre sabe tanto como mi maestro.
4
—Yo no querría que un hombre extraño viniera a casa a enseñarme.
2
—Qué ignorante eres, Margie. Los maestros no vivían en la casa. Tenían un edificio especial y todos los chicos iban allí
— ¿Y todos aprendían lo mismo?
—Claro, siempre que tuvieran la misma edad.
—Pero mi madre dice que a un maestro hay que sintonizarlo para adaptarlo a la edad de cada niño al que enseña y que cada chico debe recibir una enseñanza distinta.
—Pues antes no era así. Si no te gusta, no tienes por qué leer el libro. [...]
Aún no habían terminado cuando la madre de Margie llamo:
—jMargie! ¡Escuela!
—Todavía no, mamá.
—iAhora! —Chillo la señora Jones—. [...]
Margie entró en el aula. Estaba al lado del dormitorio, y el maestro automático se hallaba encendido ya y esperando. Siempre se encendía a la misma hora todos los días, excepto los sábados y domingos, porque su madre decía que las niñas aprendían mejor si estudiaban con un horario regular. La pantalla estaba iluminada.
—La lección de aritmética de hoy —habló el maestro— se refiere a la suma de quebrados propios. Por favor, inserta la tarea de ayer en la ranura adecuada.
Margie obedeció con un suspiro. Estaba pensando en las viejas escuelas que había cuando el abuelo del abuelo era un chiquillo. Asistían todos los
chicos del vecindario, se reían y gritaban en el patio, se
sentaban juntos en el aula, regresaban a casa juntos al
final del día. Aprendían las mismas cosas, así que podían
ayudarse con los deberes y hablar de ellos.
Y los maestros eran personas...
La pantalla del maestro automático centelleo.
—Cuando sumamos las fracciones 1/2 y 1/4...
Margie pensaba que los niños debían de adorar la escuela
en los viejos tiempos. Pensaba en cuánto se divertían...
Issac Asimov
(Ruso, nacionalizado norteamericano)
¿De que tipo de texto se trata? Explica tu respuesta. ¿Como esta organizado El texto? ¿De que tipo de texto se trata? Te parece que el autor emplea un léxico adecuado al tema y la intención comunicativa del texto? ¿Por qué? Dónde se encuentran Margie y Tommy mientras conversan?
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