Tema principal, temas secundarios, mensaje, valores y antivalores de "Los Moribundos" de "Julio Ramón Ribeyro"
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BREVE RESUMEN DE LA OBRA LA BOTELLA DE CHICHA
En una ocasión tuve la necesidad de una pequeña suma de dinero. Luego de remover una serie de trastos viejos, divisé una botella de chicha guardada hace quince años por mis padres. Habían dicho que la abriría cuando yo “me recibiera de bachiller”. O el día en que mi hermana “se casara”. Ninguno de los dos sucesos ocurrió. Cogí la botella y logré abrirla, luego vertí el contenido en una pequeña pipa de barro. Llené la botella vacía con una buena medida de vinagre, la alambré, la encorché y la acosté en su almohadón. solicité por la chicha la suma de treinta soles y se echó a reír. Recorrí todas las chicherías y nadie la quería. Regresé a mi casa y escondí la pipa de barro. Mi madre me dijo: ¡Ha llegado tu hermano Raúl! ¡Tantos años que no ves a tu hermano! ¡Corre! Que ha preguntado por ti.
Ingresé a la sala y quedé horrorizado. En la mesa central estaba la botella de chicha aun sin descorchar. Habló mi padre: “Vamos al fin poder brindar con la vieja chicha”. Y todos se sirvieron. ¡Excelente bebida! ¡Nunca he tomado algo semejante! Mi hermano conmovido por el homenaje agradeció a mis padres. Yo no bebí ni una gota.
Entonces traje la pipa de barro escondida y se la presenté a mi padre. ¡Hum! Estas pipas son de última fabricación. ¡Que olor! ¡Esto es una broma! Y tomando la pipa con una mano, y a mí de una oreja con la otra, se dirigió a la puerta de la calle. Y la arrojó. Recibiendo un coscorrón en la cabeza fui a dar vueltas en el jardín.
CORONA : D
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JULIO RAMÓN RIBEYRO
Resumen del cuento los moribundos de julio ramón Ribeyro es el siguiente. a dos días de haber comenzado la guerra Perú – ecuador. Los muertos comenzaron a llegar a Paita, llegaban tanto peruanos como ecuatorianos.
El carro, a unos dejaba en el hospital a otros les llevaba al cementerio, porque en el viaje muchos morían. Mi hermano Javier y yo observábamos estos sucesos, él me dijo los que llevan botas son peruanos, los que tienen polainas son ecuatorianos. Muchos ecuatorianos huyeron de Paita y de tumbes, y solo se leían escritos en sus puertas Monos. Puesto que así le dicen a los ecuatorianos y a nosotros gallinas dijo mi hermano Javier.
En casa mi padre renegaba, si todos supieran multiplicar no estarían matándose, él era maestro y las clases se habían suspendido, mientras mi hermana lloraba, porque Marcos su esposo había sido designado a la frontera; esa mañana había recibido una carta de su esposo, donde le contaba la batalla de Zarumilla y la captura de Puerto Bolívar, mi mamá le daba valeriana para calmarle los nervios.
A los muertos comenzaron a enterrarlos al río y a los enfermos en los municipios y colegios. Una noche vino marcos del Frente, a Paita, por una misión especial, y mi hermana lo tocaba para ver si estaba completo, porque era extraño que no le faltara un dedo. Marco contó la conquista de Puerto Bolívar, ¡viva el Perú! dijo uno, nadie le hizo caso.
Los heridos eran ubicados en las casas, y a nuestra casa llegaron también; ubicaron a los enfermos en el depósito. A la mañana siguiente quería verlos, saber si eran peruanos o ecuatorianos, me fui y los vi, flacos, y heridos, y pensé son peruanos, uno mal herido de la pierna, me pidió agua, corrí a la cocina, mi hermana dijo no se los des, son ecuatorianos. En eso me serví un vaso y me lo tome. Llegó mi padre me dijo no se nos ha muerto ninguno, quieren agua le respondí, vamos a darle me dijo, al ir mi padre no sabía cuál era peruano, ayer me dijeron; intentaba recordar. Y se lo dio el agua al que había pedido, Que vengan los enfermeros ellos saben dijo.
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Los ecuatorianos se rindieron Perú había ganado la guerra, ese día en el colegio desfilamos con una bandera peruana; lo enfermos en casa, estaban como abandonados, los médicos venían de vez en cuando en las tardes y se iban, los moribundos eran como parientes pobres.
Una mañana al entrar al depósito, encontré al soldado de la pierna herida parado, me dijo niño, ya me voy, soy ecuatoriano, dame un pantalón, camino en dirección a mí, yo Salí corriendo por el corredor, en eso llego mi hermano Javier, enterado del asunto, le dijo al soldado, tú no te puedes ir, eres nuestro preso, y sonriendo se volvió al depósito.
Explicación paso a paso:
espero ayudarte coronita plis