tejidos tematicos biodiversidad cuadro comparativo
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Respuesta:
Cuando la gente piensa en la biodiversidad, por lo general se imagina una gran variedad de plantas y animales. Esta imagen, aún cuando es incompleta, hace que veamos las amenazas a la misma como actividades o procesos que afectan directamente a esas plantas y animales. Por lo tanto, procesos globales complejos como la pérdida de hábitat, la degradación y el cambio de uso del suelo, el uso no sostenible del agua, los peligros originados en especies invasoras, el cambio climático y la contaminación son ampliamente reconocidos como amenazas a la biodiversidad. Sin embargo, también hay evidencia de que el sistema alimentario propiamente como tal es insostenible, lo cual también se debe tener en cuenta.
Por sistemas alimentarios no sostenibles debemos entender lo opuesto a los sistemas alimentarios sostenibles, es decir, “aquellos que proporcionan seguridad alimentaria y nutrición para todos de tal manera que no se comprometan las bases económicas, sociales y ambientales que permitan generar seguridad alimentaria y nutrientes para las generaciones futuras”. Es así como los sistemas alimentarios no sostenibles se traducen en inseguridad alimentaria y malnutrición, degradación y deterioro de condiciones socioeconómicas –como por ejemplo la salud–, poniendo en riesgo a las generaciones futuras.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se estima que en el período del 2014-2016 hubo 795 millones de personas malnutridas en el mundo (un poco más del 11% de la población total). Si bien esta cifra ha disminuido en 167 millones durante la última década, y representa 216 millones menos que entre 1990 y 1992, las proyecciones relativas al crecimiento poblacional (estimado en 12% entre 2014 y 2025) nos dejan pocos motivos para celebrar, mientras que la necesidad de producir una mayor cantidad de alimentos implica que hay más presiones sobre el medio ambiente.
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