teatro griego las cuestiones más importante
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1) Definición y origen.
El teatro viene a ser una síntesis de los otros dos géneros literarios, la épica y la lírica; de la épica tomó principalmente los temas, las historias y los personajes y de la lírica tomó la música, en cierto modo también la danza de los coros y la variedad métrica. Su origen es también religioso.
Su nombre, qeatron, deriva del verbo qeaomai, que significa "mirar detenidamente", "observar". Era, pues, un espectáculo que ponía ante los ojos del espectador una historia dramatizada, es decir, contada mediante la acción de personajes, no narrada. La representación o imitación es el rasgo más esencial del teatro: unas personas reproducen ante nuestros ojos la vida de otras a las que están suplantando, o sea, interpretando.
El teatro griego es una de las grandes creaciones de los griegos. Abrió camino a todas las manifestaciones teatrales posteriores e inspiró y sigue inspirando a muchos otros autores, a veces con una enorme distancia en el tiempo. El teatro griego se presenta bajo tres modalidades:
la tragedia;
la comedia;
el drama satírico.
El teatro griego es una creación ateniense, por dos motivos:
porque fue sólo en Atenas donde se crearon y desarrollaron formas superiores de teatro;
porque en las obras teatrales creadas por los dramaturgos atenienses se implicaba la práctica totalidad de la comunidad.
2) El teatro: una creación ateniense.
Así pues, el nacimiento y desarrollo del teatro se produjo entre los siglos VI al IV a. C., en Atenas, una ciudad aficionada a la cultura, pero a una cultura todavía predominantemente oral, en la que los rollos de papiro (equivalentes a los actuales libros) eran aún sumamente caros y escasos. La gente, en general, no tenía bibliotecas ni leía, sino que adquiría su cultura de oído. El teatro constituía así un vehículo cultural de primerísima importancia. En Atenas, además, se inició y desarrolló por las mismas épocas en que se creaba el teatro, el sistema político al que llamaron democracia, que propiciaba la libre circulación de las ideas y la participación activa de los ciudadanos en los asuntos de la ciudad. Si nos fijamos bien, nada hay más parecido a una representación teatral que una asamblea. En ambas se producía una masiva asistencia de ciudadanos, de entre los cuales un elevado número participaba directamente en ellas (en el teatro, los actores y los miembros del coro; en la asamblea, los ciudadanos que presentaban una proposición de ley o argumentaban a favor o en contra de ella). En ambas había un debate sobre cuestiones importantes y en ambas el público valoraba positiva o negativamente (y a menudo ruidosamente, con aplausos, murmullos o abucheos) la elocuencia de los que hablaban.
Junto al condicionamiento político necesario para el desarrollo del teatro (la citada democracia), existe otro condicionamiento de vital importancia: el económico. Una base económica como la del imperio ateniense, con sus múltiples ciudades tributarias, permitía sufragar los gastos de las funciones teatrales del mismo modo que permitía costear edificios tan espléndidos como el Partenón. Estas costosas y bellísimas creaciones, tanto las arquitectónicas como las literarias, contribuían a mantener y a acrecentar el prestigio de la polis griegas y a dar trabajo a mucha gente.
Se cree que fue un tal Tespis el que habría compuesto la primera tragedia propiamente dicha (aunque debía de ser muy rudimentaria, con un solo actor y un coro) y nos consta que a partir del 534 a. C. se realizaron concursos de tragedia. Mucho después, en el 486 a. C., comenzaron a realizarse los concursos de comedia.
El teatro griego siempre fue en verso. Este rasgo, aunque hoy nos sorprenda, ha sido característico del teatro desde sus orígenes hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX.
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