Te invito que realices una lista de acciones que se han estandarizado ( Se piensa que no están mal porque “siempre se hace así y, además, todos lo hacen”)
Respuestas a la pregunta
Aquí os dejo algunos ejemplos:
desviaciones
Asegurar la disciplina en el cumplimiento de los estándares
Facilitar el control y la gestión del proceso
Si os fijáis en los ejemplos anteriores, veréis que todos cumplen con estas características.
Un estándar Lean no está reñido con la creatividad; al contrario, debe crear un ambiente que fomente la creatividad para que se use la mente cuando realmente es necesario como, por ejemplo, en la resolución de problemas.
Hace ya tiempo escribimos una entrada sobre la música y la estandarización que explicaba muy bien que estandarizar no es coartar la creatividad, sino dar herramientas para ser creativos cuando realmente es necesario. No tiene sentido inventar el proceso cada vez que repetimos una tarea (por ejemplo, en la petición de material de papelería o en el reporte de gastos). La creatividad es necesaria para resolver un problema con una idea brillante, y sólo puede aplicarse de una forma eficaz si existe un estándar. Ayer mismo leía una noticia sobre Ramón Campayo, que decía que ha batido el récord mundial de memorización con números binarios. Es capaz de memorizar ¡80 dígitos en 3 segundos!. En alguna de sus entrevistas afirmó que una de las claves es usar la memoria para aquello que realmente es importante, y que, por ejemplo, él sería incapaz de vivir sin agenda. Y cito sus palabras:
“El hecho de tener que recordar innumerables gestiones, citas y un interminable número de acciones a realizar, se transforma en una importante preocupación en la vida: ¡Qué no se nos olvide nada!
No hay nada más preocupante que la preocupación de estar preocupados por tener que recordar preocupaciones. Esto es algo así como la preocupación suprema. Nuestra mente subconsciente detesta hasta el extremo tener que recordar obligaciones, y también detesta vivir en preocupación por ello.
Tener una agenda implica tener una sola preocupación: abrirla todos los días, leer lo que pone y actuar de acuerdo a ello. Una vez cerrada podemos desconectar sin preocuparnos, pues puntualmente nuestra amiga agenda nos recordará todas las obligaciones que nos hayamos impuesto, incluso aquellas en las que ya debamos ir tomando medidas, preocupaciones, o preparándolas en general, siempre que las hayamos anotado convenientemente.
Una agenda es algo así como un ángel protector que te viene a decir: “Duerme tranquilo, que yo me ocupo de todo. Mañana te recordaré gustosamente lo que tienes que hacer. Ahora desconecta y descansa.”
Hace años que nosotros también defendemos esto. Hemos probado distintas herramientas para estandarizar la gestión de tareas (las famosas listas de “To Do”): desde agendas en papel hasta aplicaciones en móvil. Lo importante, más allá de las herramientas que uses, es establecer un estándar “…abrirla todos los días, leer lo que pone y actuar de acuerdo a ello…” y cumplirlo. En caso de que no funcione, revisarlo y mejorarlo.¿Os animáis a estandarizar la gestión de tareas? ¿Qué otras actividades o tareas, repetitivas o no, deberíamos estandarizar en nuestro día a día para funciona mejor?