tanques de oxígeno : consideras que las personas deben hacer uso de este equipo si lo recetan?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Qué es el oxígeno suplementario?
El oxígeno es un gas que no tiene ni color ni olor. Forma parte del aire que respiramos y es fundamental para el funcionamiento de todas las células del cuerpo así como también para la cicatrización.
A veces, los niños que tienen problemas respiratorios requieren de oxígeno adicional. Esto los hace sentir mejor, porque de esta forma, no tienen que respirar más profundamente ni más rápido para recibir suficiente oxígeno. Al niño le indicarán uno de los siguientes sistemas de oxígeno, o ambos.
concentrador de oxígeno, que se usa solamente en la casa
sistema portátil de oxígeno, ya sea en forma de tanque o líquida
El médico le recetará un sistema de oxígeno según las necesidades del niño.
¿Cuáles son los riesgos asociados con el oxígeno?
El riesgo de incendio es mayor cuando se utiliza el oxígeno suplementario. Cada tipo de oxígeno tiene otros riesgos de seguridad, además del de incendio. Por ejemplo, el oxígeno que se encuentra en los tanques (en forma gaseosa) y en los contenedores (en forma líquida), está bajo presión y podría causar lesiones si no se usa correctamente.
Es importante que entienda perfectamente cómo usar el sistema de oxígeno que le han dado. Haga todas las preguntas que tenga al enfermero, médico, o proveedor de productos médicos.
¿Qué es lo que se debe hacer?
Para obtener el sistema de oxígeno, necesita una receta del médico. Trátelo como si fuera un medicamento: no cambie el flujo (la cantidad de oxígeno que circula por el tubo) sin haber hablado primero con el enfermero a domicilio, el médico o el especialista en cuidados respiratorios.
Tenga siempre suficiente reserva de oxígeno como para tres días, para que no se le acabe. El especialista en cuidados respiratorios le puede indicar cuánto oxígeno el niño usará en tres días y le ayudará a establecer un horario para las entregas.
Mantenga el tubo de oxígeno a la vista. No lo ponga debajo de muebles, el cobertor de la cama, las alfombras, la ropa o ninguna otra cosa, pues el tubo podría retorcerse e impedir el flujo de oxígeno.
Evite incendios
No permita que se fume en la casa, en el carro ni en cualquier otro lugar donde el niño esté recibiendo oxígeno. Coloque letreros que digan “Prohibido fumar” y “Oxígeno en uso” en las entradas de su casa.
No deje el tanque de oxígeno prendido cuando no lo esté utilizando.
Cuando el tanque de oxígeno esté encendido, mantenga al niño al menos a 10 pies de distancia (aproximadamente 3 metros) de cualquier chimenea, cocina/horno o aparato doméstico de gas natural (como por ejemplo la secadora de ropa o el calentador de agua).
No deje que el niño juegue con juguetes que tengan motores de fricción ni produzcan chispas.
No use electrodomésticos tales como rasuradoras, secadores de pelo, cobijas eléctricas o calentadores eléctricos, donde se esté utilizando el oxígeno, pues podrían producir chispas y causar un incendio. El uso de teléfonos celulares no presenta ningún riesgo.
No use productos inflamables cerca del oxígeno, como por ejemplo disolvente para pinturas, alcohol desinfectante o productos con base de aceite (como la vaselina). Para humedecer los labios o la nariz del niño, use un lubricante con base de agua, como por ejemplo K-Y® jelly.
Evite lastimaduras
Evite que los tanques de oxígeno gaseoso o depósitos de oxígeno líquido se caigan, pues sería una situación muy peligrosa. Si se le cayeran, podrían romperse, y así producir un escape rápido del oxígeno presurizado, lo cual podría hacer que los envases salgan despedidos por el aire.
Mantenga los tanques o depósitos en posición vertical en su carrito, estante o base estable, y evite reclinarlos. No use los sistemas de oxígeno que se hayan caído o que estén dañados.
Guarde el oxígeno en un sitio con buena ventilación y fuera de la luz solar directa.
Siempre que vaya a transportar un tanque o depósito de oxígeno, colóquelos en un bolso de hombro o un carrito con ruedas.
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