Tabla comparativa entre las diferencias de organización sosial v organización política
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Cuando olvidamos que, por encima de nuestras diferencias (e incluso contradicciones) está un Estado creado por la clase dominante, dispuesto a hacer lo que sea para mantener la dominación de la mayoría de la sociedad, por una pequeña parte de la misma.
Como consecuencia de este olvido (que en ocasiones pareciera intencional), no se construyen relaciones entre diferentes organizaciones, con base en las coincidencias; no fortalecemos lo que nos une y permitimos que las diferencias de interpretación o reacción, que surgen ante diferentes acontecimientos, se conviertan en contradicciones insuperables. Así, incluso se pierde la capacidad de dialogar e intercambiar experiencias y se llega al grado de no ser capaces, como movimiento social, de tener un planteamiento común, a corto plazo, para enfrentar la ofensiva del actual gobierno contra el pueblo, las organizaciones sociales y de derechos humanos.
2. Cuando hacemos de problemas políticos, es decir, de las diferencias que surgen en el análisis de la realidad o de la praxis que desarrollamos, problemas personales, entonces somos incapaces de dialogar por qué alguna persona nos “cae mal”, y se antepone esa antipatía personal a la necesidad de dialogar para construir salidas conjuntas a problemas comunes.
La segunda razón por la cual las diferencias se convierten en contradicciones insuperables es la labor que hace el Estado para convertir, precisamente, las diferencias naturales en contradicciones y para agudizarlas, con los siguientes objetivos,
Explicación:
Dividir al movimiento social en su conjunto y mantenerlo así durante el mayor tiempo posible.
Mantenerlo disperso, sin capacidad de respuesta coordinada y de llegar a acuerdos mínimos, incluso en coyunturas específicas.
Desgastar al movimiento social en luchas internas que eviten que su trabajo en la sociedad sea efectivo.
Fragmentar a las organizaciones sociales que constituyen una alternativa al poder del Estado, en sus regiones o en los sectores sociales donde trabaja.
Que las organizaciones de izquierda se destruyan entre sí, sin su aparente intervención.