Química, pregunta formulada por alejandrita090312, hace 2 meses

Supongamos que la masa de la probeta vacía es de 75 gramos, luego le agregamos 2 mL
de aceite y volvimos a determinar la masa de la probeta y el aceite y se obtuvo 76,6
gramos, ¿Cuál es la masa del aceite?

Respuestas a la pregunta

Contestado por gabrielaarrietanarva
1

Respuesta:

soy francHesCo ViRRgOlIni fuIUUIUIUUUUUUUUUUUU

Explicación:

Contestado por samuelcediel
1

no se busca

gogle Después de todo, los libros de texto se escriben tiempo después

de los descubrimientos y los procedimientos de confirmación

cuyos resultados registran. Además se escriben con propósitos

pedagógicos.

El objetivo de un libro de texto es el de darle al lector, de la

manera más económica y fácil de asimilar, un enunciado de los que

la comunidad científica contemporánea cree que sabe, así como de

los usos principales que puede dársele a ese conocimiento.

La información relativa a la forma en que se adquirió ese

conocimiento –el descubrimiento– y a la razón de que haya

sido aceptado por la profesión–confirmación– es, en el mejor

de los casos, un exceso de equipaje. No obstante que incluir esa

información podría aumentar los valores “humanistas” del texto

y fomentar la educación de científicos más flexibles y creativos,

haría también que el texto se alejara de la facilidad de aprender el

lenguaje científico contemporáneo.

Hasta la fecha sólo el último objetivo ha sido tomado en serio por la

mayoría de los escritores de libros de texto de ciencias naturales.

T. Kuhn, 1971

Dejemos de buscar un sentido a la historia, puesto que no la tiene.

Está constantemente a punto de abortar. El mundo no va a ninguna

parte. A cada instante puede volver la barbarie; con él, lo peor es

siempre lo más probable. Pero nos vemos obligados a rehusar la

evidencia y resistir lo ineluctable:

para dar una pequeña oportunidad a la eternidad, puesto que no

podemos predecir el futuro, no nos queda más que inventarlo.

J. Attali, 1999

Presentación

11

Para dominar el tiempo y la historia,

y para satisfacer las propias aspiraciones

a la felicidad y a la justicia o los temores frente al engañoso

e inquietante concatenarse de los acontecimientos,

hemos buscado la forma de dividir los tiempos históricos.

J. LeGoff, 2001

Tal como hoy la conocemos, la Química es resultado de una multitud de herencias que,

concretadas en oficios, influyeron en la vida cotidiana de todas las culturas. No deja de ser

sorprendente que prácticas tan diferentes como la del herrero –y la metalurgia–, el curandero –y

la farmacia–, el alfarero –y la cerámica–, el panadero –y la biotecnología–hayan podido estar reunidas

y terminar por fundirse en un campo común: la Química, donde se estudia, se practica y se transmite

cómo transformar las sustancias.

La historia es lo que contamos hoy, con la información que tenemos de ayer. Hay diversas maneras

de hacerlo que se sostienen en diferentes posturas historiográficas. Por un lado, hay dos posturas

que ubican el tiempo desde donde la historia se cuenta, es decir, desde el pasado o desde el presente

y que en términos históricos se reconocen como anacrónica (A) y diacrónica (D). En la estrategia

anacrónica, el pasado se estudia y se valida de manera “absoluta” a la luz del presente. Esta postura

etiquetada con el nombre de interpretación “whig” ha sido ampliamente utilizada y también muy

cuestionada. Por otra parte, la estrategia diacrónica consiste en estudiar la ciencia del pasado de

acuerdo con las condiciones que existían realmente en ese pasado. Sin embargo, esto no es más que

un ideal, ya que los historiadores no pueden liberarse totalmente del tiempo en el que viven.

Particularmente alrededor de las ciencias y las tecnologías se pueden identificar dos grandes

tendencias:

• La de una extendida continuidad, alrededor de diferentes formas o estilos de conocer.

• La de ruptura, alrededor de la idea de revolución científica u obstáculo epistemológico.

A continuación se presentarán las ideas principales de ambas tendencias.

Introducción

La continuidad

La historia de la ciencia no es el resultado de hechos sucesivos o el

reemplazo de un tipo de conocimiento por otro, sino más bien

la coincidencia, a lo largo del tiempo, de la acumulación compleja y

la variedad simultánea de conocimiento.

J. Pickstone, 2000

L

a epistemología es la rama de la Filosofía que busca responder a la pregunta ¿cómo conocemos?

De entre las diversas respuestas, aquí se trabajará con la propuesta por el historiador y filósofo

inglés J. Pickstone. De acuerdo con él hay tres formas de conocer: la historia natural, el análisis y

la síntesis.

La historia natural se refiere a una primera clasificación de los componentes del mundo. Comprende

la variedad de objetos naturales o artificiales, normales o patológicos. Es el espacio de las taxonomías

(celestes, geológicas o biológicas) y del lugar donde se vuelven públicas: los jardines botánicos, los

zoológicos y los grandes museos de ciencias.

Si la variedad y el cambio son identificados por la historia natural, el análisis busca el orden por

disección. El análisis aparece cuando los objetos se pueden ver como compuestos de “elementos”

o cuando los procesos se pueden ver como el “flujo” de un “elemento” a través de un sistema

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