Castellano, pregunta formulada por bibiscordoba, hace 10 meses

Sumas y restas Mi pecho se siente caliente y pesado. Las máquinas que anuncia la prolongación de la vida o el sonido de la muerte, están conectadas a mi cuerpo y mi respiración cada vez se agita más. Recuerdo a mamá, su voz entre cortada cuando alguien pregunta por Juan, su hijo mayor. No podía quedarme en casa esperando a morir de hambre, no aceptaba la idea de vivir con las limosnas del cura de la iglesia que siempre que daba un mercado a alguna señorita del barrio, le alargaba la mano y apretaba su brazo esperando un beso en la mejilla, tampoco, los mercados que donaban algunas personas cuando visitaban el sector de la Esperanza en sus carros, tomando fotos a cualquiera que cruzara por ahí sonriendo, repitiendo la frase “Dios está contigo y conmigo”. Desde el día que mamá salió de aquel pueblo, cerca de la capital, no pudo establecer su venta de frutas y verduras en la plaza de mercado. Hace doce años, cuando Juan se fue de casa, el negocio de las frutas era prospero, él era el único de la cuadra que salía en su carreta de manos con las frutas limpias, su pesa y su gorra de Millonarios F.C. Han pasado doce años desde aquel día y seis años desde la visita de unos señores del gobierno a decirle a mamá, que su hijo fue encontrado culpable por el crimen de rebelión y dado de baja en combate, aquel día mamá duró tres días sin pronunciar palabra y, la nota que tenía guardada en su mesita noche, la leía una y otra vez, buscando alguna mentira que pudiera aliviar su verdad, mientras que en la sala se escuchaba por la televisión, una alocución del señor presidente, mostrando cifras y felicitando a sus soldados por ir ganando le guerra. Han pasado un par de semanas desde la noticia de cerrar plazas públicas y almacenes. La venta de frutas, de manera informal, ha ido en crecimiento, pero una leve gripa y algo de fiebre ha empezado en mí; el único problema que he tenido es esconderme de la policía y del ejercito por no llevar algún permiso especial, como si ser pobre fuera por días y el tener hambre por horas. El último recuerdo que tengo es estar corriendo para que los policías no me agarraran, después, empecé a ver unas luces blancas y sentí que me desplomaba. Ahora siento que el pecho me va a estallar, el calor de la fiebre es insoportable y el ruido que escuchaba en la máquina se disparó, veo a personas en batas, corriendo de un lado para el otro, cargándome como un bulto de cebolla, preguntándole algo a un hombre con mascarilla, guantes y un chaleco del gobierno. —Señor, ¿lo enviamos abajo con el resto? AUTOR: OSCAR RAMIREZ. - ACTIVIDAD SEGÚN EL TEXTO: 1. ¿QUE MENSAJE TE DEJA EL TEXTO? 2. EN UNA PAGINA ELABORA UN FINAL DIFERENTE PARA EL TEXTO.

Respuestas a la pregunta

Contestado por dalmeidarincon15
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Respuesta:

jumm esta muy largo dame tiempó

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