sujetos capaces de producir sonidos que el hombre ha considerado adecuado para la para ya
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Se ha señalado que el habla es una verdadera "maravilla", pero también su adquisicion es una verdadera hazaña, ya que es admirable cómo ese ser prodigioso llamado ser humano puede conseguir en tan poco tiempo automatizar tantos elementos en juego, tantos "engranajes" y mecanismos que intervienen en la expresión verbal del lenguaje.
Como sabemos, el hombre es un ser que nace desprotegido, incapaz de supervivir y valerse por sí mismo como lo hacen otros animales. Por ejemplo, las crías de otros mamíferos, poco después de su nacimiento ya poseen cierta autonomía que les permite no sólo mantenerse en pie, sino desplazarse junto a su madre adonde quiera que ésta vaya. En cambio el mamífero humano no es capaz; pues durante un tiempo relativamente largo y proporcionalmente larguísimo con respecto a otros animales, depende de sus padres.
De manera similar, el lenguaje verbal o habla, aun cuando es exclusivo de los seres humanos, no comienza con la primera emisión oral, ya que antes de esto hay un entrenamiento, un aprendizaje progresivo que lo va preparando. Así, el llanto, el laleo, la masticación, los movimientos corporales y otros, son ejercicios preparatorios puramente mecánicos y reflejos que progresivamente van facilitando la vocalización y la expresión verbal del niño. Veamos por ejemplo el llanto del bebé: éste cuando llora lo hace con todo su cuerpo, como manifestando algo. Este hecho nos induce entonces a hacernos la siguiente pregunta:
¿QUÉ SIGNIFICA EL LLANTO DEL BEBÉ?
El llanto o lloro del bebé puede deberse a distintas razones: unas veces llora porque está inconfortable, hambriento, cansado, mojado, excitado por la luz, el ruido y otros motivos. Pero otras veces "llora" simplemente porque sí.
Indudablemente la madre va aprendiendo a descifrar e interpretar estos tipos de llanto de su bebé; pero lo más curioso es, tal vez, el hecho de que el infante también, muy precozmente, aprende que su llanto atrae la presencia de la madre y, como tal, pasa a usar sus lágrimas de "cocodrilo" para hacer un verdadero "chantaje" o demanda de su presencia.
Es importante, entonces, diferenciar estas manifestaciones del llanto infantil. La madre sabe, por ejemplo, que en muchas ocasiones su bebé "llora" porque sí, sin una causa que lo justifique. En estas situaciones es conveniente notar que esas manifestaciones son más bien un juego vocal, una "diversión" o "entretenimiento" para el bebé; siendo un ejercicio habitual que ocupa la mayor parte del tiempo del primer año de vida.
Estas manifestaciones preverbales dan paso gradualmente, durante el sétimo y el décimo mes, a la introduc- ción de sonidos significativos. Posteriormente, del noveno al duodécimo mes, el niño parece fijar, ejercitar y realizar malabarismos con determinados sonidos o sílabas, pasando gran parte del tiempo en esta actividad. Esto es natural que ocurra, porque de esa manera el infante se va preparando para comenzar y entrar, en forma definitiva e irreversible, al mundo verbal
ASPECTO SONORO DEL HABLA
El habla, como una manifestación sonora o acústica del lenguaje, se desarrolla a expensas de otros órganos y funciones anatómicas; es decir, como un sistema funcional sobreimpuesto, tal como se caracterizó anteriormente.
Ahora bien, cabe preguntarnos ¿cómo se produce este aspecto sonoro? Explicando de manera sencilla e inteligible se puede decir que la producción y emisión de los sonidos verbales se deben a la acción o funcionamiento secuenciado, sincronizado y automático de los siguientes elementos:
Una corriente de aire, la cual es producida por los pulmones y los músculos respiratorios.
Un vibrador sonoro, constituido por las cuerdas vocales que se encuentran en la laringe.
Un resonador, conformado por la boca, la nariz y la garganta (o faringe).
Articuladores, conformado por los labios, dientes, paladar duro, velo del paladar, mandíbula.
Estos cuatro elementos generan los sonidos del habla en el siguiente orden: en primer lugar, los pulmones suministran la columna de aire que, atravesando los bronquios y la tráquea, van a sonorizar las cuerdas vocales que se encuentran en la laringe.
Es en la laringe donde propiamente se produce la voz en su tono fundamental y sus armónicos; luego sufre una modificación en la caja de resonancia de la nariz, la boca y garganta (naso-buco-faríngea), en la que se amplifica y se forma el timbre de voz.
Los órganos articuladores (labios, dientes, paladar duro, velo del paladar, mandíbula) van finalmente a moldear esa columna sonora, transformándola en sonidos y articulaciones del habla; es decir, en fonemas, sílabas y palabras