Suceso historico conocido que halla ocurrido entre 1750 y 1950 con la letra "D"
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El diseño, por su naturaleza, tiene un alto contenido social. Los objetos son el resultado material de las sociedades. Los seres humanos, con sus necesidades, aspiraciones y deseos, dan pie a la generación de artefactos, los cuales son la razón de ser de la disciplina. Sin embargo, es pertinente reflexionar sobre el ejercicio del diseñador en las sociedades contemporáneas. Hoy por hoy, el profesional de diseño responde a solicitudes del mercado o a lo que se cree interpretar del mismo. No hay reflexiones profundas sobre la generación de la materialidad que crea el entorno artificial, como consecuencia de ello se ofrecen respuestas al consumo, desechos en altos volúmenes y daño al planeta malgastando recursos y energía.
Los antecedentes de la disciplina
Aunque el comienzo del diseño (cualquiera que sea: industrial, gráfico, de vestuario, textil, de interiores) como profesión, se sitúa después de 1900, y existen algunos elementos preliminares importantes de mencionar.
La Primera Revolución Industrial se inicia en Inglaterra alrededor de 1750 y es uno de los acontecimientos fundamentales que han marcado el rumbo de las sociedades, debido a sus consecuencias socioeconómicas, tecnológicas y culturales. Se destacan dos innovaciones principales por su impacto en el cambio de las formas tradicionales de fabricación: 1. La Spinning Jenny y 2. La máquina de Vapor; la Spinning Jenny, máquina para tejer patentada en 1765 por James Hargreaves, permitía “hacer varios hilos al mismo tiempo”, señalando la ruta de la industria textil del momento (Martínez & Guerrero, 2007). Por otra parte, la máquina de vapor es registrada en 1769 y se le concede a James Watt su patente en el Reino Unido. La máquina de vapor constituye un gran cambio, implicando un importante avance en el campo de la ingeniería térmica (Amengual, 2006). En 1790, se sustituyó la fuerza hidráulica por el vapor. La manufactura realizada con la Spinning Jenny y la nueva energía, elevaron la producción industrial. La nueva energía se empleó también en la minería, las locomotoras y la navegación (Martínez & Guerrero, 2007). Un aire de renovación se respiraba, la movilidad de personas y mercancías a nivel local, regional e internacional era tal, que las distancias ya no suponían una barrera insuperable y empezaba una época de gran producción.
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