Historia, pregunta formulada por jessicafigueredon19, hace 2 meses

Sucedió una vez que los romanos, que carecían de leyes para su gobierno, fueron a pedirlas a

los griegos, que sí las tenían. Éstos les respondieron que no merecían poseerlas, ni las podrían

entender, puesto que su saber era tan escaso. Pero que si insistían en conocer y usar estas

leyes, antes les convendría disputar con sus sabios, para ver si las entendían y merecían

llevarlas: dieron como excusa una gentil respuesta.

Respondieron los romanos que aceptaban de buen grado y firmaron un convenio para la

encuentro. Como no entendían sus respectivos lenguajes, se acordó que disputasen por señas

y fijaron públicamente el día para su realización. Los romanos quedaron muy preocupados, sin

saber qué hacer, porque no eran letrados y temían el vasto saber de los doctores griegos. Así

cavilaban cuando un ciudadano dijo que eligieran un rústico (alguien tosco, grosero) y que

hiciera con la mano las señas que Dios le diese a entender: fue un sano consejo. Buscaron un

rústico muy astuto y le dijeron: 'Tenemos un convenio con los griegos para disputar por señas:

pide lo que quieras y te lo daremos, socórrenos en este encuentro.

Lo vistieron con muy ricos paños de gran valor, como si fuera doctor en filosofía. Subió a una

alta cátedra y dijo con fanfarronería: 'De hoy en más vengan los griegos con toda su porfía'.

Llegó allí un griego, doctor sobresaliente, alabado, y escogido entre todos los griegos. Subió a

otra cátedra, ante todo el pueblo reunido. Comenzaron sus señas como se había acordado.

Se levantó el griego, sosegado con calma y mostró sólo un dedo, el que está cerca del pulgar;

luego se sentó en su mismo sitio. Se levantó el rústico, bravucón y con malas pulgas, mostró

tres dedos tendidos hacia el griego, el pulgar y otros dos retenidos en forma de arpón y los

otros encogidos. Se sentó el necio mirando sus vestiduras. Se levantó el griego, tendió la palma

llana y se sentó luego plácidamente. Se levantó el rústico con su llana fantasía y con porfía

mostró el puño cerrado.

A todos los de Grecia dijo el sabio:' Los romanos merecen las leyes, no se las niego'. Se

levantaron todos en sosiego y paz. Gran honra proporcionó a Roma el rústico villano.

Preguntaron al griego que fue lo que dijeras por señas el romano y qué le respondió éste.

Dijo: 'Yo dije que hay un Dios y el romano me respondió que era uno en tres personas y tal

seña me hizo. Yo le dije que todo estaba bajo su voluntad. Respondió que en su poder

estábamos y dijo verdad. Cuando vi que entendían y creían en la Trinidad, comprendí que

merecían las leyes'.

Preguntaron al rústico cuáles habían sido sus ocurrencias: 'Me dijo que con un dedo me

quebraría el ojo: tuve gran pesar e ira. Le respondí con saña, con cólera y con indignación que

yo le quebraría, ante toda la gente, los ojos con dos dedos y los dientes con el pulgar.

Me dijo después de esto que le prestara atención, que me daría tal palmada que los oídos me

vibrarían. Yo le respondí que le daría tal puñetazo que en toda su vida no llegaría a vengarse.

Cuando vio que la pelea era tan despareja dejó de amenazar a quien no le temía'.

Por eso, dice el cuento de la vieja sabia: 'No hay palabras malas si no son tomadas a mal.

Confíen en que si son bien dichas, serán bien entendidas'.

Ayúdenme doy corona :)​

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Contestado por mercedessanchezsuare
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