Su
jetivos de
muerte
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Hl ahora te digo la respuesta
Explicación:
Aunque suene paradójico, el propósito de la muerte es la vida. La vida física tiene unas limitaciones que le impone precisamente su cualidad de “física”, de “material”. Eso hace que llegue un momento en que la vida no pueda continuar en esas condiciones. Es como cuando uno tiene un vehículo: inevitablemente llegará un momento en que ese vehículo ya no dé más de sí, ya no nos sirva, y habrá que conseguir otro vehículo. Bueno, pues esa transición, ese cambio de vehículo, es lo que llamamos muerte. Nosotros no somos el vehículo sino su conductor. Cuando el coche ya no nos sirva, lo abandonaremos y conseguiremos otro recién salido de la fábrica. Ese otro vehículo correrá la misma suerte: poco a poco irá deteriorándose... Lo que llamamos “vida” es en realidad un largo encadenamiento de “vidas”, y el propósito de la muerte es hacer la transición entre una vida y la siguiente.
La muerte “en sí” no tiene propósito alguno. Es el valor semántico al que los humanos atribuyen. Los judíos afirman que los muertos se convierten en polvo (“Hombre, acuérdate de que polvo eres y que al polvo volverás” (Génesis, Cap. 3, Vers. 19). Las demás religiones hablan de un Cielo, un Edén, etc. La politeísta católica (Padre, Hijo, Espíritu Santo, Inmaculada María, Lucifer, Arcángeles, ángeles, santos, demonios, etc.) se compromete más con la ciencia ficción: “Cielo”, “Purgatorio” e “Infierno”. Hasta no hace mucho: “Limbo”. Creo que la muerte es “Un desequilibrio biológico que ha su vez produce otros equilibrios biológicos” (gusanos y/o humo de los hornos crematorios). Tengo una frase: “La muerte es lo más normal de la vida”. Al saber nuestra finitud, antes del desenlace final, debemos tratar de conseguir la mayor cantidad de propósitos que nos hemos fijado.
Que lo vivo que envejece tiene que desaparecer, para dar espacio para los vivos jóvenes que se necesitan para mantener la especie. Crecer y reproducirse, esa es la naturaleza de todo lo viviente, incluso los humanos. Así lo diseñó Dios, y así tiene que ser. Es lógica simple y pura.
Y luego desaparecer, dejando un rastro valioso.
Y al morir cerramos el ciclo de la vida.
Espero que te sirva