Son conocidas como las necesidades de lujo
a necesidades suntuarias:
- a. nesecidades vitales
- b. nesecidades secundarias
- c. nesecidades terciarias
- d. nesecidades generales
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Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Necesidades suntuarias o superfluas.- Llamadas también de lujo, son necesidades que están de más o sólo sirven para motivar la vanidad, la distinción económica, el lujo de las personas. Caen a esta categoría las joyas, el confort, los perfumes, los automóviles de lujo, etc
Explicación:
El hombre no es un ser que pueda vivir exclusivamente para comer, beber y dormir. Satisfechas las exigencias materiales, se presentarán con más ardor las necesidades a las cuales puede atribuírseles un carácter artístico. Tantos individuos equivalen a otros tantos deseos, los cuales son más variados cuanto más civilizada está la sociedad y más desarrollado el individuo.
Hoy mismo se ven hombres y mujeres que se privan de lo necesario por adquirir cualquier fruslería o proporcionarse un placer, un goce intelectual o material. Un cristiano, un asceta, pueden reprobar esos deseos de lujo, pero, en realidad tales fruslerías son precisamente lo que rompe la monotonía de la existencia y la hace agradable.
Vemos que el trabajador, obligado a luchar penosamente para vivir, se ve reducido a no conocer nunca esos altos goces de la ciencia, sobre todo del descubrimiento científico y de la creación artística. Para asegurar a todo el mundo esos goces, reservados hoy al menor número, para dejarle tiempo y posibilidad de desarrollar sus capacidades intelectuales, la revolución tiene que garantizar a cada uno el pan cotidiano. Tiempo libre después del pan: he aquí el supremo propósito que constituye nuestro objetivo.
En el presente, cuando a centenares de miles de seres humanos les falta pan, carbón, ropa y casa, el lujo constituye un crimen: para satisfacerlo, es necesario que el hijo del trabajador carezca de pan. Pero en una sociedad donde nadie padezca hambre, serán más vivas las necesidades de lo que hoy llamamos lujo. Y como no pueden ni deben asemejarse todos los hombres, habrá siempre, y es de desear que los haya, hombres y mujeres cuyas necesidades sean superiores.