Sombras y colores Fuego la cabra y Flim el ganso dormían sobre un banco de arena blanca, que se extendia hasta la ori- la del Gran Lago de las Olas Retumbantes. Y por encima del banco de arena y de las olas retumban- tes, habla una sala muy alta donde los hombres de niebla hacían sus dibujos. Y por encima de la sala alta donde los hombres de niebla hacían sus dibu- jos, estaban las estrellas. 高 Fuego la cabra y Flim el ganso se acostaron y se durmieron. Y mientras dormían, los hombres de nie- bla dibujaban. Grises, azules, con un poco de oro y con algo de plata, así eran los dibujos que hacían los hombres de niebla. Cuando Fuego y Flim se despertaron, se quedaron mirando. Muy a lo lejos, por donde el Sol salía, se velan personas y animales, todos negros o de un co- lor tan oscuro que casi era negro. Habla un caballo grande con la boca abierta, las orejas estiradas hacia atrás y las patas delanteras ar- queadas como hoces de segar. Había un camello con dos jorobas, que se movía lentamente y con mucha parsimonia. Había un elefante sin cabeza, con seis cortas patas. Había muchas vacas. Había un hombre con un garrote al hombro y una mujer que llevaba un fardo a la espalda. Y todos ellos se- gulan avanzando. No parecían ir a ninguna parte, y se movían muy lentamente -¿Qué es esto? ¿Quiénes son y por qué avanzan de esa manera? -preguntó el ganso Flim. para llegar a ser un caballo de verdad. Y lo mismo ocurrió con los demás seres que has visto. Fuego la cabra prosiguió: -Oyeme, Flim. Lo que te estoy contando es un se- creto de los nacidos del fuego. No sé si lo compren- des. Hemos pasado la noche sobre los bancos de arena, junto a las olas retumbantes, bajo los pinos enanos, con las estrellas en lo alto, así que te explico lo que cuentan los nacidos del fuego. Y ese día, Fuego la cabra y Flim el ganso caminaron por los bancos de arena que bordean las orillas del Gran Lago de las Olas Retumbantes. El cielo estaba azul, y el azul fuego del Sol se diluía en el aire y en el agua. Al Norte, las olas retumbantes eran de color verdemar y azul. Al Este había rayas de violeta que cruzaban las olas. Y al Sur, las rayas eran de color azul plata, azul como un espejo de agua. Allí al Este, donde esa mañana desfilaba por el cielo el circo de sombras, había una larga hilera de puntitos, que eran pájaros azules. Y Fuego la cabra comenzó a explicarle a Flim todo lo que sabía del mastodontico y colosal desfile que en aquellos momentos cruzaba el cielo. Hace mucho tiempo, cuando los Creadores del Mun- do hacían la Tierra redonda, llegó el momento de crear los animales. No sabían muy bien cómo ha- cerlos, así que se pusieron a ensayar. Al principio hi- cieron solo formas de animales. Y esas formas eran sombras como estas que tú y yo estamos viendo. El caballo-sombra, que está allá en el cielo con la boca abierta, las orejas estiradas hacia atrás y las patas delanteras arqueadas como hoces de segar, es uno que hicieron hace mucho tiempo, cuando ensaya- ban para hacer un caballo de verdad. Fue un error y lo tiraron porque no era suficientemente bueno como -Solo los nacidos del fuego entienden el azul -dijo Fuego la cabra a Flim el ganso. Esa noche, Fuego y Flim durmieron otra vez sobre los bancos de arena. Y dos veces durante la noche, Fuego la cabra murmuró en sueños: Solo los nacidos del fuego comprenden el azul. CARL SANDBURG Historias del país de Rutabaga (Adaptación)
Respuestas a la pregunta
Contestado por
3
Respuesta:
xD ok no e lo ctgcguxxfuzf
Otras preguntas
Historia,
hace 2 meses
Estadística y Cálculo,
hace 2 meses
Física,
hace 9 meses
Historia,
hace 9 meses
Historia,
hace 9 meses