situaciones en donde vemos el amor de Dios en nuestra vida
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
en todo momento de muestra vida
Explicación:
dios dijo:
Ellos me responderán: “Señor, nunca te vimos con hambre o con sed. Nunca supimos que tuviste que salir de tu país, ni te vimos sin ropa. Tampoco supimos que estuviste enfermo o en la cárcel. Por eso no te ayudamos.” Entonces les contestaré: “Como ustedes no ayudaron ni a una de las personas menos importantes de este mundo, yo considero que tampoco me ayudaron a mí.”
La multitud le preguntó:
—¿Entonces qué debemos hacer?
Juan les contestó:
—El que tenga dos mantos que le dé uno al que no tiene y el que tenga comida que la comparta.
Den a los demás y ustedes también recibirán. Se les dará una cantidad mayor a la que puedan contener en su regazo, aunque se la haya agitado y apretado al máximo, siempre se rebosará. Porque con la misma medida que ustedes midan a los demás, Dios los volverá a medir a ustedes.
Vendan lo que tienen, y repartan ese dinero entre los pobres. Fabríquense bolsas que nunca se rompan, y guarden en el cielo lo más valioso de su vida. Allí, los ladrones no podrán robar, ni la polilla podrá destruir. Recuerden que la verdadera riqueza consiste en obedecerme de todo corazón.
Solidarícense con las necesidades de los creyentes; practiquen la hospitalidad; bendigan a los que los persiguen y no maldigan jamás.
Así que, los que somos más fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo para el bien, con miras a la edificación.
Ayúdense mutuamente a soportar las dificultades, y así cumplirán la ley de Cristo.
Si eres ladrón, deja de robar. En cambio, usa tus manos en un buen trabajo digno y luego comparte generosamente con los que tienen necesidad.
Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros.
Dios no es injusto para olvidarse de todo el trabajo que han hecho y recordará que ustedes le han demostrado su amor ayudando al pueblo de Dios y que continúan haciéndolo.
No se olviden ustedes de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen; porque éstos son los sacrificios que agradan a Dios.
Hermanos míos, ¿de qué puede servir que alguien diga que tiene fe si no hace el bien? ¿Lo podrá salvar esa clase de fe? Supongamos que un hermano o hermana tiene necesidad de vestido o comida. Llega uno de ustedes y le dice: “¡Que Dios lo bendiga, abríguese y aliméntese!” Sin embargo, si no le da lo que realmente necesita en ese momento, ¿de qué sirve? De la misma manera, si la fe no está acompañada de hechos, así sola está muerta.