Historia, pregunta formulada por gzarate17, hace 3 meses

Sistemas de trabajo antes de la conquista

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Contestado por ItzRicky
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Respuesta:

La organización del trabajo en la época prehispánica estaba reglamentada o mejor dicho estructurada de acuerdo con sus necesidades; el trabajo agrícola, fue la base de su economía, era prioritaria y ésta se realizaba bajo la tenencia y trabajo colectivo de la tierra. De esta forma el trabajo era tomado con cierta satisfacción y sentido de responsabilidad, contribución y alegría. Este sistema se conoce como etapa de la comunidad primitiva; desarrollaron obras de infraestructura importantes para la agricultura, construyeron acueductos para la distribución de agua potable para la gran ciudad y otras zonas del Valle de Anáhuac y fuera de él, estas obras quedaron semiescondidas por el paso del tiempo. En la Europa, la situación de trabajo en masa o colectivo transitaba en condiciones de esclavitud.

 

No tardó mucho en que los españoles lograron influir en los tlatoanis para aprovecharse del trabajo indígena, en condiciones como las imperantes en algunas regiones de Europa, perdiendo con ello el sentido de contribución y la experiencia del trabajo colectivo gratificante; con la conquista, el trabajo perdió las categorías -sociales, morales y espirituales-, entrando a la categoría económica-física bajo la extrañeza de nuestros pueblos originarios, que estaban acostumbrados a sentir y ver el trabajo como un entretenimiento más.

 

La esclavitud del trabajo indígena estaba regulado por las encomiendas, introducidas en los trabajos de la construcción y de la minería. En Tenochtitlán y Tlatelolco, la exigencia de mano de obra para la construcción de la ciudad fue de primer orden; en cuanto a la actividad minera esta se realizaba fuera del valle, pues en esta zona se carecía de metales preciosos.

 

El coatequitl en lengua náhuatl implicaba la división de tareas entre subdivisiones de los calpulli, el tlatoani convocaba a los trabajadores para la realización de un trabajo, de inmediato el español entendía que se trataba de un llamamiento. Los tlamemes o cargadores surtían de mercancías a las comunidades prehispánicas ante la falta de vehículos o bestias de carga y, aun lo seguían haciendo después que los españoles introdujeran los animales de carga, mulas que jalaban una carreta para comunicar a las comunidades de la ciudad de México con las costas y, la venta de mercancías.

 

Algunas autoridades reales trataron de eliminar el trabajo no recompensado de las listas de los tributos (1549). Las leyes debían aplicarse tanto en las encomiendas como en los corregimientos, porque pensaron que la coacción era innecesaria y que los indígenas podían trabajar voluntariamente si se aportaba un salario. Las órdenes reales y reglamentos de los tributos en las encomiendas y corregimientos redujeron mínimamente parte del trabajo no remunerado. Aunque nunca lo erradicaron del todo.

 

una serie de canales. Miles de trabajadores estuvieron más de 11 meses labnas padecieron, por lo mismo, enfermedades, sobre todo aquellas que trabajaban en las labores de desagüe, el número de peones en esta labor consistía en 1500 ó 2000 trabajadores que laboraban diariamente.

 

jes de telas y sombreros, éstos talleres se encontraban en Texcoco, Xochimilco, Azcapotzalco, entre otros; el trabajo era extenuante, el alimento y las condiciones de vida insatisfechas.

 

Estos trabajos se realizaban a puertas cerradas, como si fueran cárceles y, de hecho lo eran, pues el contrato manifestaba ciertos acuerdos, donde el trabajador tendría algunos “derechos”, pero en los hechos estos no existían; los convictos de las cárceles, trabajaban junto con los que se creían “libres” y el trato era, para ambos, inhumano, e inclusive había niños que eran entregados al patrón del obraje, en calidad de aprendices; las leyes de aquel tiempo establecían ciertas reglas para que el trato patrón-trabajador se diera con cierta justeza, pero estas leyes siempre fueron ignoradas por los patrones. El obraje persistió hasta finales de la colonia, (s. XVIII).

 

Así como los secuestros sucedían en el caso de los obrajes, también se daban en la agricultura y en las haciendas, con sus variantes respectivamente. En las fincas del valle, a los trabajadores indígenas –privados-, se les denominaba gañanes, es decir, hombres fuertes y rudos, mozos, en la agricultura, o bracero, jornalero en el vocablo de ahora. Hubo muchos gañanes en Teoloyuca, Tepozotlán, Huehuetoca y Coyotepec. Los patrones, privados controlaban a sus trabajadores, considerándolos exclusivos, es decir, no disponibles para el trabajo de la comunidad, tal era el control que se ejercían sobre la mano de obra.

 

Los salarios según la categoría, subieron un poco en el período de  

 

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