Síntesis del contexto socio político y económico del período (década del 90 EN ARGENTINA).
Respuestas a la pregunta
Respuesta: NO SE SI TE SIRVA ESTO
Estallido inflacionario y reconstrucción del poder político.
Principales logros de la convertibilidad.
La solidez de la Argentina ante las crisis internacionales.
Límites de la convertibilidad: costo del capital y dolarización.
La experiencia de los últimos dos años de gobierno de la Alianza.
Estallido inflacionario y reconstrucción del poder político
En 1989 la Argentina experimentó el primero de los dos estallidos hiperinflacionarios que
tuvo el país. En ese año la inflación superó el 5600% anual. En el mes de julio de 1989,
en que se hace cargo de los restos de poder que había en la Argentina el presidente Carlos
Menem, el nivel de inflación superó el 200% mensual. Entre julio de 1989 y diciembre de
1990, hubo un nivel de inflación superior a los 22000 %.
A fines de la década del 80, la situación política se caracterizaba por un derrumbe
progresivo de la efectividad del Estado para gobernar en todos los frentes. La explosión
hiperinflacionaria entre los meses de mayo y agosto de 1989 produce el colapso de las
finanzas públicas y deja una situación fiscal deteriorada, un creciente endeudamiento
público y las reservas internacionales en niveles mínimos.
La asunción anticipada de la presidencia por Carlos Menem en julio de 1989 constituyó
el inicio de una serie de medidas políticas tendientes a restablecer la autoridad del Estado
y reconstruir sus capacidades institucionales tras el colapso hiperinflacionario y una
situación de total ingobernabilidad del país.
Por este motivo, un análisis de lo acontecido en la década de los noventa en la Argentina
permite caracterizarla como un proceso de reducción acumulativa de los niveles de
incertidumbre política y económica y de reconstrucción sistemática de la capacidad del
Estado.
Por lo tanto, cuando se inicia el proceso de estabilización de la economía mediante el
Plan de Convertibilidad, en abril de 1991, la Argentina ya había restablecido y
consolidado su estabilidad política e institucional en el marco interno y externo.
Las decisiones y políticas de orden estratégico impulsadas por el gobierno del presidente
Menem eliminaron las fuentes estructurales de inestabilidad, al desarticular el sistema
corporativo público-privado que vinculó por décadas al Estado argentino con los más
diversos sectores de la sociedad y al asumir las responsabilidades de gobierno en el
marco de una profunda crisis y restablecer la autoridad y la capacidad decisoria del
Estado sin afectar el pleno funcionamiento de las instituciones del sistema democrático.
La sucesión de Domingo Cavallo en julio de 1996 en un marco de estabilidad de los
mercados, y la ratificación del respaldo popular a las transformaciones estructurales y al
Plan de Convertibilidad por una amplia mayoría del electorado y del espectro político
nacional en las elecciones presidenciales de 1995, también contribuyeron a reforzar la
credibilidad a largo plazo de la Argentina. Más aun, la solidez del sistema financiero,
monetario y bancario del país en el marco de los sucesivos impactos de la crisis
internacional y, particularmente, tras la devaluación brasileña del 12 de enero de 1999,
estableció un piso alto de credibilidad en lo referente a su estabilidad económica y
política, luego perdido en el 2000 y el 2001.