Similar es un subjetivema? E inevitable?
Respuestas a la pregunta
Deícticos: son palabras que ponen en evidencia la perspectiva del enunciador, ya que
señalan la posición gramatical en que éste se presenta (1° o 3° persona, singular o plural) y las circunstancias espacio- temporal en que se produce el enunciado.
Los deícticos se pueden clasificar en: de persona (pronombres personales y posesivos, desinencias verbales que expresen la persona gramatical), de tiempo (desinencias verbales que expresen tiempo (presente – pretérito – futuro) y aspecto (perfectivo e imperfectivo) y adverbios y frases verbales) y de espacio (adverbios y frases verbales) y verbos en movimiento.
Subjetivemas o expresiones subjetivas: Si bien ninguna palabra es totalmente objetiva existen algunas palabras o construcciones de palabras que manifiestan un mayor grado de subjetividad del enunciador, porque portan o expresan, en mayor o menor grado, alguna valoración o estado emocional del enunciador respecto de un persona, objeto, hecho o situación. Las palabras o construcciones que pueden funcionar como subjetivemas son los sustantivos, adjetivos y verbos.
Los sustantivos y adjetivos subjetivos pueden ser evaluativos o afectivos. Los primeros, implican una evaluación del enunciador frente a una persona, un objeto, un hecho o situación. Esa evaluación puede ser a través de un juicio de valor positivo o negativo o referirse a aspectos cualitativos o cuantitativos. Por ejemplo: “Estás hermosa” “Estás horrible”. Los segundos, manifiestan una reacción emocional del enunciador. Por ejemplo: “¡Es espantoso lo que le sucedió a María!”.
Los verbos subjetivos: algunos pueden expresar subjetividad y se clasifican en axiológicos, que expresan una evaluación del enunciador, en términos de bueno/malo. Por ejemplo: “La profe de Lengua en vez de hablar vocifera; o de sentimiento, que son generalmente axiológicos y afectivos al mismo tiempo. Por ejemplo, “Camilo ama profundamente a su abuela Esther”.
Modalizadores son marcas de subjetividad que manifiestan la actitud del enunciador respecto de la información expuesta en un enunciado y que se transmite según la manera en que el enunciador presenta lo dicho. Pueden clasificarse en dos grupos: los que modifican la enunciación y los que modifican el enunciado.
Modalizadores de la enunciación: permiten marcar el grado de adhesión del enunciador respecto de lo que habla o escribe, presentándolo como certeza, duda u orden. “¡Vamos al aula, ya tocó el timbre!”
Modalizadores del enunciado: caracterizan el modo en que el enunciador evalúa el contenido del enunciado. Estos modos son de dos clases: lógicos, el contenido de lo enunciado es evaluado en términos de verdad, falsedad o incertidumbre. Por ejemplo: “Es posible que nos vayamos de vacaciones”. Y los apreciativos el contenido del enunciado se evalúa en término positivo o negativo. Por ejemplo: “Es una suerte que puedas irte de vacaciones”
La modalización en los enunciados puede expresarse mediante varios recursos: El modo verbal (Indicativo, Imperativo o Subjuntivo), los verbos que transmiten evaluación (criticar, alabar, estimar, creer) y los reforzadores de la modalización, que generalmente son adverbios (felizmente, afortunadamente, desgraciadamente, lamentablemente)
La modalidad puede ser implícita o explícita por ejemplo la diferencia entre decir: “Cerrá la puerta” y ¿Cerras la puerta?”, esta última expresión si bien parece un pedido en realidad encierra una orden implícita.
Explicación:no es la respuesta pero para que te guies