significado de cada estrofa del himno a quito
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El Himno a Quito fue escrito por Fray Bernardino Echeverría y la música fue compuesta por Fray Agustín de Azkúnaga, en 1944. El texto del Himno tiene un Coro y seis estrofas. Cada estrofa representa algo en el proceso de la historia de la ciudad. El Coro introduce una exaltación a Quito y por eso habla de “Gloria a ti”, que nuestros pechos “te saludan ciudad inmortal” y reconoce en la ciudad “en tu historia muy noble y leal”. Luego, la primera estrofa hace alusión a Quito en las faldas del Pichincha. La segunda reconoce a Quito como ciudad andina con esa doble vertiente española y aborigen y por eso dice “Porque te hizo Atahualpa eres grande, y también porque España te amó”. La tercera, alude a la cultura quiteña y a sus héroes. La cuarta dice, exactamente: “Cuando América toda dormía,/ oh muy Noble Ciudad fuiste Tú,/ la que en nueva y triunfal rebeldía,/ fue de toda la América luz”. Aquí claramente se alude a la Revolución de Quito del 10 de agosto de 1809, pionera en iniciar el proceso de independencia cuando el resto de América todavía seguía bajo el coloniaje, es decir, “dormía”. Quito fue llamada, precisamente en Chile, a iniciativa de Fray Camilo Henríquez, la ciudad “Luz de América”, porque es la que inició la lucha por la libertad. La quinta estrofa reconoce otra hazaña de Quito, que es el descubrimiento del Amazonas, río que se incorpora a la identidad quiteña y ecuatoriana; y, finalmente, la sexta estrofa reconoce la trayectoria histórica de Quito como base de “la gloria” de su presente y de su “fe”.
Así como se cantó antes la estrofa que resaltó al mundo andino, a Atahualpa y a España, podemos resaltar al descubrimiento del Amazonas, o a la cultura de Quito y a sus héroes, cantando cualquiera de esas otras estrofas. Por resolución bien acertada del Concejo capitalino, tomada el 16 de enero de 2014, se cantará, en adelante, la que reconoce la lucha por la libertad y la independencia, en el Bicentenario de la Revolución Quiteña, es decir, la cuarta estrofa, sustituyéndola por la segunda. La cuarta estrofa tiene más sentido en nuestra lucha por la libertad y la independencia, en plena conmemoración del Bicentenario del proceso independentista que ha tenido en Quito a su cuna y a sus mártires del 2 de agosto de 1810. La Revolución de Quito se extendió entre 1808 y 1812, y el proceso independentista solo culminó el 24 de mayo de 1822, con la Batalla del Pichincha.
¡Qué mejor reconocimiento a la identidad y al orgullo de Quito en el hecho más importante de toda su historia contemporánea que es la Independencia!
Imagen: B. Echeverría y A. Azkúnaga, autores de la letra y música del Himno a Quito, 1944. AMH
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