Siglo XX. Los artífices de la dominicanidad
Respuestas a la pregunta
Para el dominicano resulta evidente que el negro es el habitante del país vecino, Haití.
Para el dominicano resulta evidente que el negro es el habitante del país vecino, Haití.
Este complejo fenómeno identitario tiene sin duda su origen en el turbulento siglo XIX
marcado por las invasiones haitianas a la parte oriental de la isla y las continuas y
complicadas relaciones migratorias entre ambos países que, explotados en la época colonial
por dos metrópolis europeas, terminaron por crear ostensibles diferencias culturales entre sí.
Desde entonces la política dominicana se ha obstinado en exacerbar las diferencias entre los
dos pueblos vecinos. Es interesante observar la manera en la que el aclamado historiador
dominicano y colaborador del régimen trujillista, Emilio Rodríguez Demorizi, introduce este
periodo en su obra titulada Invasiones haitianas de 1801, 1805 y 1822:
Como si no bastara la desdichada conversión de la parte occidental de Santo Domingo
en una oscura prolongación del África, en detrimento de España y de sus descendientes,
no se contuvo el intruso dentro de los límites del usurpado territorio, y desbordándose
una y otra vez sobre la inerme parte española de la Isla, convirtióla en perpetua víctima
de depredaciones y atrocidades espantables […] entre Haití y el mar desierto; sin la
necesaria comunicación entre hombres y pueblos característica de la civilización.5
En el siglo XXI, ante los evidentes efectos de una sociedad globalizada a todos los
niveles, ¿Podemos observar una evolución en la manera de sentir la identidad nacional
dominicana formulada en los dos siglos anteriores? ¿Se puede esperar que República
Dominicana se reconcilie con su componente africano?
Para responder con mayor claridad a la problemática formulada, este estudio contempla
una primera parte sobre los orígenes de la nación dominicana, desde la llegada de Colón en
1492 hasta la independencia en 1844 de Haití. Una segunda parte está consagrada a la
construcción de la identidad nacional desde finales del siglo XIX, alcanzando su paroxismo
ideológico durante la era Trujillo (1930-1961). Por último, una tercera parte se focaliza en el
nuevo milenio y las posibles persistencias de los ideales identitarios establecidos durante la
dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y su influencia social.
5 Emilio Rodríguez Demorizi, Invasiones haitianas: de 1801, 1805 y 1822, Santo Domingo, República