Si usted se da cuenta que su hijo o
hija agrede a otros niñas o niños
¿Cómo manejaría la situación?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuando otro niño pega a tu hijo
Consulta:
Hola Mónica. Muchas gracias por este espacio de consulta. Te escribo porque estoy preocupada por un asunto. Mi hija, de 2 años y medio, es una niña cariñosa y sociable. La criamos con apego y respeto, sin agresividad y con mucha tranquilidad.
Lo que me preocupa es que cuando vamos al parque o estamos con otros niños y alguno de ellos la pega, ella no se defiende, llora y me busca.
Yo no sé cómo actuar en estas ocasiones, no sé si debo dejarla para que aprenda a defenderse sola. Mi marido me dice que la deje, que tiene que aprender y algunos familiares hasta me han recomendado que la enseñe a pegar para defenderse, pero a mí todo esto no me convence.
Me gustaría que me explicases qué es lo mejor para ella y cómo debo actuar en estas ocasiones.
Muchas gracias.
Respuesta:
Estimada amiga, La consulta que planteas es muy interesante, pues es una cuestión sobre la que hay muchas dudas y creencias contradictorias de manera generalizada.
Existe una tendencia general fuerte a creer que los adultos debemos dejar a los niños gestionar ellos solos sus conflictos entre iguales. Sin embargo, esto no es adecuado.
Los niños pequeños están en pleno proceso de adquisición y desarrollo de sus distintas habilidades y para que esto pueda realizarse adecuadamente necesitan una base sobre la que aprender, un modelo al que poder observar e imitar.
En relación a este aprendizaje, las habilidades sociales y la resolución de conflictos interpersonales no son una excepción. Los niños necesitan aprender a resolver conflictos y desarrollar sus habilidades sociales y, para ello, necesitan un modelo de referencia.
Cuando el adulto no interviene ante un conflicto entre niños, está privando a su hijo de ese referente de comportamiento y de la oportunidad de aprender, de manera adecuada, a gestionar este tipo de situaciones.
Asimismo, cuando nos encontramos ante situaciones de agresividad o violencia entre niños, es esencial que el adulto intervenga para enseñar al niño a manejar esta complicada situación.
Por ello, es importantísimo que protejas a tu hija cuando otros niños le agredan (le peguen o le insulten). Aunque la tendencia social es dejar a los niños que resuelvan sus conflictos entre ellos, sin ayuda ni guía del adulto, esto no es adecuado en absoluto.
Para poder adoptar una visión empática con el niño vamos a plantearnos la siguiente cuestión: ¿intervendrías si vieses que otro adulto está agrediendo a tu marido, a tu madre o a una amiga tuya? Indudablemente, la respuesta es SÍ. Entonces, ¿por qué dudamos sobre si intervenir o no cuando se trata de niños?
Los niños no poseen las habilidades necesarias para resolver conflictos de manera adecuada y positiva. Necesitan que el adulto les acompañe, les oriente y ejerza de modelo a seguir para aprender a resolver conflictos con otros niños. Por esto, pretender que sean los niños los que resuelvan sus conflictos ellos solos es pedirles que realicen algo que todavía no son capaces.
Además, no debes permitir que nadie agreda a tu hija. Ante situaciones de agresión, debes protegerla, defenderla, transmitirle seguridad y que reciba el mensaje de que su madre está con ella para ayudarla.
Cuando se permite que agredan a un niño (aunque sean otros niños los que lo hagan), se está dejando a ese niño desamparado, indefenso; se le está transmitiendo que está solo, que no tiene apoyo ni seguridad.
Asimismo, cuando no intervenimos en casos de agresión entre niños estamos permitiendo y legitimando la violencia. Aunque sean conflictos infantiles, las agresiones físicas y verbales no son permisibles.
Cuando obviamos o ignoramos este tipo de agresiones, estamos transmitiendo a los niños que la violencia es permisible y que en situaciones de violencia el agresor queda impune y el agredido desamparado.
Por todo esto resulta esencial que intervengas cuando peguen a tu hija. Puedes hacerlo acercándote, tomándola en brazos y diciéndola, por ejemplo, “No quieres que te pegue el niño, te hace daño”, la retiras del escenario de conflicto y la acompañas emocionalmente. Así, le estarás ofreciendo amparo y protección y transmitiendo herramientas que le servirán para resolver conflictos en el futuro: el diálogo y la retirada.
Pero, sobre todo, le estás transmitiendo algo de importancia vital: que no debe soportar que ejerzan violencia contra ella, que la violencia no es permisible ni legítima y que su madre estará emocionalmente disponible siempre, para protegerla, ayudarla y acompañarla.
Por otra parte, la recomendación de enseñar a la niña a utilizar la violencia para defenderse es del todo inadecuada. Debes enseñarla a defenderse, por su puesto, pero de una manera asertiva y pacífica, pues si le enseñas a responder a la violencia con violencia, estarás alimentando este círculo tan negativo )