Si una planta que está sembrada en una matera se riega demasiado, o si el agua no tiene por donde salir de la matera, la planta se muere. La gente dice que se ahoga, porque no puede respirar. ¿Crees que esa afirmación es correcta? ¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
si es correcta
Explicación:
ya que las plantas respiran por sus raíces.
espero te alla ayudado.
Respuesta:Esta es una pregunta recurrente cuando me consultan sobre plantas. Es quizás lo más difícil de la jardinería, acertar con la cantidad de agua que debe recibir una planta. Unos nos pasamos por demasiada, otros por poca y cuando una planta se muere, difícilmente sabemos si es por una u otra causa. Sencillamente, es que cuando una planta se marchita, puede ser por las dos cosas.
El efecto que observamos es la pérdida de agua por las hojas. Cuando la tasa de entrada de agua por las raíces de una planta es inferior a la tasa de pérdida por las hojas, éstas dejan de estar turgentes y se vuelcan hacia abajo. Esto puede ser ocasionado porque en el sustrato hay poca agua. Si es así, la planta va absorbiendo agua hasta que llega un momento en el que ya no encuentra este líquido, entonces, si sigue transpirando, va perdiendo el agua que estaba almacenada en el interior de sus tejidos. Pero también puede pasar cuando hay exceso de agua: las raíces respiran, y al respirar, absorben agua. Pero si no pueden respirar, dejan de ser capaces de absorber agua, por lo que el resultado es exactamente el mismo.
También se vuelven lacias las plantas a causa de enfermedades, temperaturas demasiado altas o por un exceso de abono, que producen un efecto parecido. Por eso los que nos dedicamos a la jardinería siempre contamos la misma anécdota:
– ¿Qué le pasa a mi planta que está marchita?
– Le falta agua, debe regarla más.
– Pero si la riego cada día.
– ¡Pues entonces es que la riega demasiado!
Para saber, si cuando nuestra planta se marchita, somos de los que regamos poco o demasiado, deberemos basarnos en otros síntomas:
Si tocamos la tierra con los dedos y está seca, es que estamos regando poco, pero si la notamos húmeda, entonces estaremos regando demasiado.
La tierra que tiene demasiada agua huele mal, porque se pudren las raíces y el propio sustrato que contiene materia orgánica. Si el sustrato huele bien, entones es que regamos poco. También cuando hay demasiada agua suelen aparecer pequeñas mosquitas alrededor de la maceta.
Si giramos la maceta y observamos el agujero de salida de agua, si éste está obturado, es que el agua se encharca dentro de la maceta, lo mismo que si ponemos un plato debajo de ésta para recoger el agua. Si el agujero no está obstruido y el agua sale de él con facilidad, entonces es que regamos poco.
Si el problema es por falta de agua, yo recomiendo llevar la planta a la ducha y mojarla bien, y, desde luego, aumentar la frecuencia del riego. Si lo que pasa es que regamos demasiado, deberemos dejar de hacerlo durante unos días y, sobretodo, quitar el plato o macetero si éste no permite que el agua de drenaje salga libremente.
Otra cosa es saber detectar si una planta tiene problemas o no. Hay mucha gente que está delante de una planta marchita y no se da ni cuenta. ¡Pero ésta es otra historia!
Explicación: