Si nos hubiesen colonizado los ingleses o los americanos ¿cómo estaríamos viviendo? menciona los pros y los contra
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La misma que hacen historiadores y colombianos curiosos (o nostálgicos): la duda existencial sobre el qué-habría-pasado, ahora elevada a reflexión colectiva por la celebración del Bicentenario. ¿Será que todo sería distinto? ¿Quizás el momento en que se jodió Colombia fue cuando llegó España? ¿Acaso habríamos sido los Estados Unidos ecuatoriales?
Como lo saben los psicoanalistas, hay mucho de inútil en la introspección compulsiva sobre lo que no pasó. Igual que los psicoanalizados paralizados por el fantasma de lo-que-habría-podido-ser, las sociedades obsesionadas con lo que no fueron quedan atrapadas en un limbo, entre un pasado que no tienen y un futuro que se niegan a abrazar. Ahí está Argentina, con su eterno psicoanálisis colectivo, torturándose con la duda de por qué terminó vencida por la fuerza de gravedad geográfica, sumándose a Latinoamérica y no a la Europa que tanto anhelaba.
Pero la inquietud sobre lo que no somos es fructífera cuando nos ayuda a entender lo que sí somos. Esa es la lógica de las preguntas contrafácticas, como la que han planteado Ponsford y varios científicos sociales en el Bicentenario.
El problema es que la respuesta que se suele dar reproduce una versión simplista e infundada de la historia. Dice Ponsford que si los ingleses nos hubieran conquistado, “las religiones de los nativos seguirían intactas. Y sus costumbres, y sus lenguas y su arquitectura, también… Por supuesto, un extraordinario sistema ferroviario cruzaría como una malla todo el país. Y por esas vías saldrían muy ordenaditos todo el oro, todo el carbón, todas las esmeraldas, todo el banano y, poco a poco, todos los nativos de British Columbia…”.