Si la honestidad es una forma congruente entre lo que se
piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo,
¿Cuáles podrían ser algunos ejemplos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
desir la verdad ante todo
respetamos mutuamente
ser consciente de las decisiones de lo demás
Respuesta:La honestidad es un comportamiento que se ajusta a los valores de verdad y justicia. Puede entenderse también como el respeto a la verdad y al derecho de los demás. Ser honesto es ser sincero, franco, no tener segundas intenciones en el trato con las otras personas; no sacar ventaja de las posibles debilidades o situaciones de inferioridad de otros individuos.
La cualidad de la honestidad se nutre de las enseñanzas de nuestros mayores, las que recibimos en el hogar desde pequeños, pero también del ejemplo cotidiano: por eso es fundamental que la sociedad en su conjunto asuma la importancia de la honestidad como valor.
Ejemplos de honestidad
Si se vende un producto a menor precio que el normal porque tiene alguna falla, decírselo al comprador.
Si somos testigos de un robo o accidente, manifestar ante el policía o el juez las cosas tal cual las vimos.
Mantener a los ciudadanos informados con la verdad (gobernantes y periodistas).
Si alguien se equivoca al darnos un vuelto, hacérselo saber y no quedarse con ese dinero, que no nos corresponde.
No copiarse en un examen, ni ayudar a otro compañero a que lo haga
No mentir en la información suministrada en un currículum.
Reconocerlo si nos hemos equivocado.
Diferenciar y reconocer explícitamente los méritos de los demás, sobre todo si podrían parecer nuestros.
Pagar en tiempo y forma las obligaciones contraídas.
No subirse al tren sin pagar boleto.
No robar energía eléctrica en la vía pública.
No aceptar trabajos que no vamos a poder cumplir, por falta de tiempo o de capacidad.
Denunciar si un medio de transporte público no se encuentra en condiciones de ser usado y puede tornarse un serio peligro para los usuarios (conductores, personal técnico).
Clausurar los locales que no cuentan con las condiciones de seguridad respecto de incendios (inspectores).
No recetar remedios ni estudios que la persona no necesita (médicos).
Hacer leer la letra pequeña a quien está por firmar un contrato.
Decirle a un paciente los riesgos que corre antes de someterse a una operación.
Devolver los objetos encontrados
Avisar si alguien cuenta con nosotros para una tarea y sabemos de antemano que no vamos a poder asumirla.
No comprar películas o videojuegos ilegales.
Personas honestas
Ser honesto implica obrar con rectitud, no mentir, no tomar lo que no nos pertenece, no asumir compromisos que no vamos a ser capaces de cumplir, no generar en el otro expectativas vanas, en suma, actuar de la manera en que nos gustaría que los demás obraran con nosotros o de nuestros seres más queridos.
Proceder con honestidad es una decisión personal y se incorpora a la forma de vida de cada uno; es un código no escrito pero permanente, que siempre está presente en nuestro proceder.
El valor de la honestidad es indispensable para que exista confianza y armonía entre los seres humanos, e incluye un modo de vivir coherente entre lo que se piensa o se dice y lo que finalmente se hace.
Asumir los errores propios y asegurarse de que no se inculpa por ellos a terceros, no sumarse a murmuraciones o críticas de otras personas, ser discreto y capaz de mantener en reserva algunas cuestiones, ser transparente en el manejo de dinero que no es propio, ser responsable y no hacerse cómplice de falencias ajenas que son claras ante nuestros ojos es parte fundamental de la honestidad.
Lamentablemente, obran en detrimento de la honestidad la impunidad frente al delito; la exaltación de la “viveza” y del éxito de los “pícaros” que consiguen las cosas con poco esfuerzo, y el escaso estímulo que reciben quienes defienden sus principios y convicciones pese a las dificultades que ello les pueda significar.
Explicación:la honestidad es un valor o cualidad propia de los seres humanos, relacionado con los principios de verdad y justicia y con la integridad moral. Así, esta cualidad no sólo tiene que ver con la relación de un individuo con otro u otros o con el mundo, sino que también puede decirse que un sujeto es honesto consigo mismo cuando tiene un grado de autoconciencia significativo y es coherente con lo que piensa. Lo contrario de la honestidad sería la deshonestidad, una práctica que se asocia con la corrupción, el delito y la falta de ética.
Puede entenderse también como el respeto a la verdad y al derecho de los demás. Ser honesto es ser sincero, franco, no tener segundas intenciones en el trato con las otras personas; no sacar ventaja de las posibles debilidades o situaciones de inferioridad de otros individuos.