“Si alguien nos dijera que para el año 2010 los ciudadanos del planeta van a gastarse 40.000 millones de dólares en comprar medicinas que no curan nada, podríamos pensar que nuestro interlocutor se volvió loco. Pero si nuestro interlocutor esgrime que es el último informe sobre las tendencias del mercado farmacéutico presentado por Deutsche Bank hace pocos meses, empezaremos a pensar que el que se volvió loco es el mundo.
Ni lo uno ni lo otro. Esta no es más que la evidencia de una nueva tendencia que empieza a convertirse en fenómeno estelar dentro del mercado de los medicamentos; el auge de las llamadas “píldoras del estilo de vida”, de los productos médicos fabricados para combatir condiciones, molestias o características funcionales que, en sí mismas, no suponen amenaza alguna para la salud del paciente, pero que repercuten en su sensación de calidad de vida.
La calvicie, la impotencia, las bolsas de los ojos, el guayabo, o el mal humor, no pueden considerarse enfermedades, no son graves, no producen bajas laborales ni amenazan la vida de nadie, pero se han convertido en una mina de nuevas píldoras, cremas, tratamientos y terapias a ellas dedicadas.”
El artículo anterior puede definirse como uno de tipo económico. Su idea central es
a. Ilustrar las tendencias del mercado farmacéutico de las píldoras.
b. Ofrecer una visión global de las tendencias de consumo médico.
c. Demostrar cifras concretas sobre el consumo de productos médicos.
d. Presentar el informe anual del mercado farmacéutico por la empresa Deutsche Bank.
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