si alguien es tan amable en ayudarme en hacer una carta sobre las revoluciones napoleónicas se lo agradecería muchooo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Permíteme un segundo Brhow <3
Respuesta:
espero verte ayudado y mi corona
Explicación:
La Providencia, cuya intervención en las cosas de la tierra nunca dejó de ser evidente para los espíritus sin posibilidades, se ha manifestado de nuevo colocando sobre la cabeza de Su Majestad la corona de Carlomagno, en un momento en el que los acontecimientos hacían necesarios para la salvación de la humanidad la reconfiguración de una de esas influencias imperiales que han planeado sobre el Mundo en todas las épocas decisivas, como un testimonio de salvación y resurrección.
La llegada de Su Majestad al Imperio ha estado rodeada de todas las señales que dan a un hecho carácter providencial, y que establecen entre este hecho y la Divinidad una comunión entre ideas y intereses de tal importancia y grandeza que su comprensión no está al alcance del común de los hombres. La razón humana, extraviada por el abuso de sus propias fuerzas, no previó en absoluto la elevación de Su Majestad; la lógica de los acontecimientos parecía arrastrar al Occidente europeo hacia una corriente distinta a la que hoy puede orientarla Su Majestad. El poder, la fuerza, la inteligencia relativa, la voluntad de sus árbitros, todo se oponía al pensamiento de marchar de nuevo tras el vuelo audaz y salvador de las águilas napoleónicas. Tan sólo Su Majestad poseía la convicción de sus destinos; tan sólo Su Majestad comulgaba con Dios en el secreto de sus aspiraciones. Y he aquí que la razón humana, la lógica de los acontecimientos, el poder, la fuerza y la inteligencia relativa reconocen que se han equivocado; he aquí que Su Majestad las obliga a humillarse ante la fatalidad providencial de la que hasta ayer osaban creerse independientes
Sire, la providencia ha elevado a Su Majestad a condiciones muy superiores a las de los soberanos ordinarios. Os ha coronado por el sufragio del pueblo; os ha coronado por la gracia divina que se ha manifestado abiertamente a favor del prisionero de Ham. Y por esta triple coronación, os ha puesto a la cabeza de la única nación que puede reivindicar el derecho de ejercer una influencia universal, puesto que es la única que está en condiciones de agrupar a su alrededor a la mayoría de naciones, sin verse acusada de obedecer a un pensamiento egoísta o interesado. Si un emperador de Rusia mandase a sus ejércitos a cualquier parte del globo terrestre, le sería imposible persuadirnos de que no lo ha hecho por un interés ruso; si una reina de Inglaterra desplegase la bandera británica sobre un océano; nunca podría sostener que no trabajaba para otro interés más que el de su país. Estos dos soberanos, uno que personifica el absolutismo, y otro que supuestamente representa la libertad, se encuentran tan encadenados a su exclusivo interés por la estrechez de su religión nacional que les estará siempre vedado ejercer una influencia universal. No es el caso de Su Majestad, que por el carácter eminentemente católico de su poder debe, sin verse acusado de egoísmo o de ambición, pasear por todas partes la bandera de Francia, en la que ninguna nación verá nunca la bandera de un pueblo invasor. La corona imperial que se ciñe sobre la frente de Su Majestad será saludada naturalmente por todas partes como hermana de la tiara, y Francia respetada como la hermana mayor de las razas latinas.