Setas venenosas?
(Adaptación)
A Andrés le encantaba el sabor de los champiñones. De hecho, era su plato de comida preferido. Pero cuando era adolescente, un familiar cercano murió envenenado por un plato de hongos y Andrés a partir de ese momento no quiso volver a comer setas. Tenía un terrible temor de que le sucediera lo mismo y su pánico no podía superarlo ni aunque todos los expertos del mundo le aseguraran que los champiñones que iba a comer no eran venenosos.
Sin embargo, un día Andrés pidió un gran plato de setas surtidas para comer. Y se deleitó saboreándolas hasta que terminó con el manjar sin dejar en el plato un solo hongo.
No es que Andrés hubiera superado su miedo a morir envenenado por la ingestión de champiñones.
¿Cómo es posible entonces que pidiera este manjar? ¿Cuál es "el misterio" de este caso?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Cerebro de cristal (Mixarium nucleatum): esta seta de aspecto nuclear es común en los bosques de América, Nueva Zelanda y la zona central de Europa, sobre todo en Alemania. Su característico aspecto blanco, acuoso y gelatinoso recuerda a un cerebro o a una pústula. Respecto a su hábitat, es habitual verla extenderse por la madera podrida, principalmente sobre ramas muertas o caídas. Como no presenta olor o sabor, no tiene interés gastronómico.
2. Pedo de lobo gigante (Calvatia gigantea): común habitante de pradros y bosques caducifolios, esta seta esférica y blanca es una de las más grandes del planeta, pudiendo alcanzar los 150 centímetros y los 20 kilos. Aunque es comestible en los primeros días, puede ser indigesta cuando cambia a color amarillo, señal de que ha madurado y contiene ya esporas. Debido a sus propiedades antihemorrágicas, en el pasado se usó para curar heridas. Campanilla blanca (Campanella caesia): su género es típico de regiones tropicales, pero también es posible hallarla en Europa, aunque no es una seta fácil de encontrar. Destaca por su color blanco marfil y por la sinuosidad de las láminas de su himenio, las cuales forman bellos pliegues. Se la suele ver creciendo sobre cañas o robles muertos. A pesar de no tener interés gastronómico, tampoco es tóxica. Está emparentada con la shiitake, aunque no se parezcan mucho
3. Seta de porcelana